7:00pm
Ya la luna impera sobre las dunas del desierto e indican que el día termina... a la vez mi mente da un giro radical mientras dibujaba los primeros trazos de la imagen anterior. Por ello, siendo ésta de las pocas excepciones que hago (y la última que haré); no habrá introducción en esta carta y quizá en la siguiente tampoco; pero el tiempo dará la pauta, así que queridos lectores, aquí sigue mi relato:
Ver a esa mujer al lado de mi obeso prometido fue impactante, aquel ser femenino de delgadas figuras y tez nívea, que a través de los pliegues del velo mostraba pequeños surcos como señales de que su tiempo en la Tierra comenzaba su larga etapa final; se mostraba seria e imponente a la vez que en su cuerpo se notaba un poco de inseguridad, posiblemente miedo ante esta incómoda situación; sin embargo me causó buena impresión desde el inicio, mi instinto me decía que esa mujer valdría mucho y me podría ayudar en un futuro... todo lo contrario a lo que mis padres imaginaban. Ya que Jalil nunca avisó que ya tenía esposa (el Corán permite un límite de cuatro esposas por hombre) y las sorpresas continuas a las que habíamos sido sometidos por él, mis progenitores ya habían tergiversado demasiado sus pensamientos sobre todo lo que proviniera de él. De repente, la señora Mawiya se soltó del brazo de Abdallah y se dirigió a mi con suma delicadeza, se arrodilló y dijo:
- Mucho gusto querida, soy Mawiya Abdallah, sé que este momento es duro para tí, pero te seré un gran apoyo para lo que se viene en adelante. - con su cándida voz y sus dientes perfectos siguió su discurso- Anda niña, sé feliz hoy, es tu boda y hay que disfrutar. Lo único que hice fue asentir con una inmensa sonrisa.
Se incorporó rápidamente y fue a donde se encontraban mis temerosos padres, y con un dialecto árabe distinto, que ni yo ni Jalil comprendíamos, se manifestó ante mis padres:
- Yo sé que ustedes están bastante resentidos con tantos cambios repentinos en sus vidas, pero se los aseguro que cuidaré de su hija como si fuera propia. Todo se solucionará, no se preocupen - afirmó Mawiya con gran poder- Mucho gusto conocerlos.
Mis padres sólo sonrieron con timidez de lo atónitos que estaban. No les era posible saber cómo aquella mujer supo que ellos hablaban ese dialecto, y más que se dirigiera así con ellos en frente de su mismo esposo. Todos nos despedimos y nos retiramos a nuestros respectivos cuartos a prepararnos para la fiesta principal.
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Presa tras un velo
SpiritualDoha Assad, una chica musulmana, está a punto de enfrentar el rigor de una pena de muerte que dará un giro radical a su mente en el poco tiempo que le queda. ¿Logrará afrontar con madurez esta sentencia antes de morir? #1 SENTENCIA: 22/11/18 #1 PENA...