18. 5 horas, parte dos

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7:00pm

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7:00pm

Esa sonrisa blanca me miraba con ternura. Otra pequeña sonrisa sin dientes se mostraba con gracia ante mí, mientras unas ligeras garras se posaban en mi mano y giraba su cabeza para verme con sus grande pupilas negras. La elegante cómplice de la situación se contoneaba grácilmente en su lugar dejando ver su armoniosa dentadura. Me dijo con tranquilidad:

- Son todos tuyos. Es tu regalo real de despedida. Disfrútalo querida -Mawiya dijo con nostalgia- No quiero que esto suceda, pero ya no hay nada que yo tenga a mi alcance para ayudarte. Muchísimas gracias por haber compartido conmigo. Fuiste mi salvación para todo el drama, mi dolor terminó. Oraré por ti, y por tu alma; te extrañaré demasiado. En caso de que tus padres sufran un mal, Ahmed tendrá un hogar en Riad; nuestro palacio tiene las puertas abiertas para un nuevo miembro. Adiós querida. Recuerda mantener la felicidad en tu corazón. Nos dimos un abrazo y se retiró por el pasillo. Entre la melancolía de mi corazón, me sentía tranquila... dejaba a todos mis asuntos listos. Mawiya despedía a su compañera, que partía hacía la eternidad. También despedía a esa princesa guerrera que había compartido su vida y su corazón. Sólo le respondí:

-Nos vemos después del umbral - le mostré mi mejor sonrisa- Adiós mi guerrera❤️

-Nos vemos después del umbral - le mostré mi mejor sonrisa- Adiós mi guerrera❤️

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Mawiya se fue y me dejó con ellos. Sabía que era polémico, que en normales condiciones no se aceptaba que ningún hombre se acercara a las mujeres así por así. Que los criados hablarían de esto por años aquí en Tayma. Pero eso ya era absurdo. Todo lo era. Sólo el sentimiento era valido ahora. Se acercó con aquel angelito hacia mí. Acercó su cara y me acarició con su otra mano. Con la dulzura de alguien que entiende, de alguien que ha vivido lo suficiente, que en realidad vive sin ignorar; comenzó a pronunciar en su propia lengua:

- Si todo fuera falso, si todo fuera un engaño, si todo lo que pasó entre nosotros fuera un sueño, una idea dentro de una mente; daría cualquier cosa para mantener todo en su lugar. Y si perdiera algún día la memoria, pediría que me mataran antes de olvidarte... -su mirada era acuosa, profunda y lejana- ¿¿Cómo hubiera querido que el final fuera distinto?? ¿¿Cómo hubiera querido acompañarte por siempre?? ¿¿Cómo hubiera querido ver a esta criatura crecer entre tus brazos?? Así supiera que era el padre no fuera yo... sería feliz. No quiero soltarte. No quiero dejar a lo que más quiero...

Presa tras un veloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora