Tomorrow
La persona que me espera del otro lado de la puerta, es nada menos que el chico que me encontré en el elevador.
Quizás si hubiera dejado de ver el piso, me habría dado cuenta de que cuando hice acto de presencia, su expresión se bañó en una evidente confusión al verme. Cosa que solo se acentuó aún más cuando, entre jadeos, cerré la puerta de un tirón. Escuchando casi al instante el estruendo de las cosas cayendo al otro lado, dejando por completo bloqueada la entrada. Muy seguramente Jimin abrió la boca para decir algo, sin embargo, pasados unos segundos la terminó cerrando.
—¿Estás... —titubeó—. ¿Estás bien?
Mis cejas se alzan involuntariamente, pero sigo mirando el piso. Con los brazos agarrotados por tenerlos aún en la perilla.
¿Acaso había hablado en español?
—¿Disculpa? —Lo miré por el rabillo del ojo, confusa.
—Pregunté sí estabas bien —repite con más soltura, pero esta vez mira la puerta bloqueada, quizás preguntándose qué era lo que estaba haciendo ahí dentro— debe ser difícil al inicio. ¿No es así?
Decido abrazar al silencio y la duda ante sus palabras. El chico continua con un aire que no sé identificar.
—Descuida, tarde o temprano encuentras aquello que buscas —Sonríe y alza un libro púrpura, en el que está grabado su nombre—, pero eso no quiere decir que sea fácil.
Al decir eso, comienza a retomar su camino, dejando que el silencio y el sonido de sus pasos alejarse resuenen en mis oídos. No sé a dónde va, pero ni siquiera me permito verlo.
Al creer que nuevamente estoy sola, accedo alejarme de la puerta para recargarme en la pared y deslizarme lentamente sobre esta hasta quedar en el piso. El hogar de los libros extraños había quedado bloqueado y ahora ya no podría saber que era lo que estaba buscando.
Mis esfuerzos habían sido inútiles. Y ahora, estoy más perdida que antes y más lejos de una meta que desconozco. Por alguna razón intuyo que el tiempo se me está acabando, por lo que ya no hay cupo para otra cosa más que mi búsqueda. Miro la puerta frente a mí, sin creer que ya no podré entrar.
En ese instante, un avión de papel color morado pasa volando en frente de mí y, en vez de continuar su trayecto en línea recta, este continúa bailando en donde yo pose mis ojos, trazando en el aire una especie de "n" para evitar caer. Al extender mis manos para tomar dicho objeto, el pequeño avión escapa al último momento. Trato de agarrarlo unas cuantas veces más, pero es inútil.
Habría dejado de intentar agarrar el avioncito, pero en algún momento, me doy cuenta que trae algo escrito en el. Cosa que pica mi curiosidad, sin embargo el avión inicia un trayecto por el pasillo, teniéndome a mí lo suficientemente cerca para asegurarse de que lo siga.
Al avanzar por ese pasillo, el avión morado da una vuelta, usándome a mí como eje de rotación. Y yo, queriendo atraparlo, lo sigo de manera torpe, dando una vuelta casi completa. En eso, mis ojos se topan con una serie de pinturas que se exhibe a lo largo del pasillo.
En este primer cuadro hay una persona cavando. Lo observo un instante y al seguir caminando, me doy cuenta que a lado del cuadro hay otro, con la misma persona cavando, aparentemente haciendo lo mismo que el primero. Y en el siguiente cuadro está el mismo hombre haciendo lo mismo y así varios cuadros después. La única diferencia visible que noté en todas esas piezas es la ropa, que me hacen darme una idea de que va conforme a las estaciones y el clima.
Extrañada por tal escena, decido leer el nombre del primer cuadro y, al no entender muy bien, leo los nombres de las siguientes pinturas, dándome cuenta que el único nombre que no se repetía era el del inicio.
Una sonrisa de entendimiento aparece en mi rostro cuando, al estar en frente de una puerta de madera, veo a la misma persona de las otras pinturas, tallada en los vidrios de la ventana, pero ahora en una mina de oro.
La primera pintura se llama "CTRL+C" y todas las demás "CTRL+V".
El avión de papel ha quedado tirado justo en enfrente de esa puerta, pero no me doy cuenta hasta que casi lo piso. Desdoblo el pequeño avión y leo lo que dice. La ilusión se instala en mi ser al terminar de leerlo. Por lo que entro con un aire determinado a ese nuevo lugar.
El avión tiene escrito:
Persigue tus sueños.
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Antes de agosto [PARK JIMIN]
FanfictionLos problemas que la agobian en su día a día como adolescente a punto de entrar a la universidad, no la dejan en paz. Tiene en la cabeza tan metido ese embrollo que un día, sin explicación aparente, se encuentra en un diminuto elevador. Siendo acomp...