[06] Paradise

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Paradise

El paraguas hace que yo aterrice con elegancia hacia la mina. No obstante, cuando estoy a centímetros de tocar el oro, este desaparece, como si desde un inicio hubiera sido una ilusión, al igual que aquel paraguas que dibujé y se convirtió en un campo de flores. Como si fuera un lugar muy hermoso que fue hecho sólo para mí.

Las flores de colores pastel inundan el lugar, el verde de sus hojas y tallos llegan a ser lo suficientemente tranquilizadores que incluso me hacen pensar que lo que veo es, en realidad, una pintura y no la cueva de oro en donde aparentemente he caído. Las mariposas que danzan entre la maleza llegan a emitir destellos de luz púrpura, iluminando de manera ocasional.

La pasividad que emanan las flores junto con las mariposas, me hace sentir que el tiempo se ha detenido. Y eso, teniendo en cuenta que soy alguien que constantemente siente que el tiempo está a segundos de acabarse, es un gran respiro.

Comienzo a caminar entre la maleza, tratando de no arruinar con mis pisadas las plantas. Mi mente comienza a divagar, miro el lapicero y pareciera que este me devuelve la mirada. Sonrío para mí misma.

Había encontrado cosas que me gustaban, pero también me había dado cuenta que si los rechazaba, mi pasión e incluso mi gusto por ellos podría marchitarse. Todo por aquellos comentarios.
«¿Vale la pena hacerles caso?» me cuestiono. Unos segundos después, pateo una piedra al encontrar una respuesta tardía a aquella pregunta.

Una mariposa se coloca en mi hombro, pero cuando reparo en ella, vuelve a volar tomando un rumbo desconocido. Por un momento creo que aquella mariposa soy yo, volando con prisa, sin saber a dónde me dirijo, con dudas que escondo por miedo, sin tener un plan como todos los demás que parecen tener sus ideas claras. En mi día a día siempre tengo que correr, buscar ser el número uno, pero ahora sentía que a donde fuera que vaya, corría sin un objetivo, sin una meta que me hiciera plena. Estoy corriendo a oscuras, tratando de ignorar el hecho de que yo no sé qué debía ni que debo de hacer.

«¿Estaba bien no tener un sueño? ¿Estaba bien tener dudas? ¿Detenerse tan siquiera un segundo?» Me cuestioné a mí misma, esperando una respuesta de este paraíso. Quizás sí me encontrara con Jimin y le preguntara, él me diría que si. Y quizás, durante un tiempo para mí sería suficiente.

Estando aquí, me doy cuenta que he corrido tanto, sin disfrutar el camino por el que pasé. Subí montañas, bajé riscos, lloré con las lluvias que me encontré y me he quemado con el sol más fuerte. Y aun así no parece ser suficiente. Aún me falta mucho por ver, mucho por recorrer. Empezando por ese dilema que me tiene atascada y seguir corriendo, pero por ahora, lo único que busco en este momento es disfrutar un mísero segundo de paz y silencio. Para vendar mis heridas, curar mi corazón y hacerme más fuerte para la próxima pelea, la próxima aventura.

Elpaisaje de las mariposas que danzan con las flores, es un espectáculo que jamáspodría haber imaginado. La tranquilidad que emana cada cosa de este lugar haceque mi alma deje por un segundo aquellas cosas que me agobian. Por ese motivo,me aseguro de guardarlo en lo profundo de mi corazón antes de comenzar a correrotra vez. Antes de que entrar a esa extraña tienda de ropa que está esperando aque yo entre.

Antes de agosto [PARK JIMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora