Dream glow
Tan pronto como estamos afuera, al otro lado de la calle nos da la bienvenida un parque, con árboles tan grandes que me hacen imposible evitar compararlo con un bosque.
Jimin, sin quedarse perplejo ante la imponencia de la naturaleza, continúa caminando sin preocuparse por qué algún carro pase o alguna persona lo reconozca, porque a decir verdad la zona esta desierta.
Entramos al parque y mi idea de que es un bosque se acentúa aún más. Porque si bien tiene adoquines que sirven como camino. La mayor parte del lugar es habitado por una gran variedad de flora que no parece limitada por las manos del hombre, ni que decir de las rocas de diversos tamaños y colores en la vereda.
Mis pasos de inmediato se detienen cuando veo entre la maleza una flor muy blanca y de apariencia delicada. La luz del atardecer da directamente a sus pétalos.
—Desde hace un rato pareces ida —habla Jimin, rompiendo el silencio del lugar— ¿Qué es lo que te ocurre?
Mi mente tarda en procesar que es a lo que se refiere, así que sin despegar mi vista de aquella flor contesto sin pensarlo mucho:
—Siento que me estoy quedando atrás. —Mis dudas salen a flote y, por un segundo, creo que mi voz suena temblorosa—, todos se ven tan decididos en lo que quieren y cómo es que lo lograrán.
—¿Acaso es una competencia?
—No, pero...
—¿Entonces qué más da? —dice, restándole importancia.
Me giro para interrogarlo con la mirada. No obstante me doy cuenta de que él se encuentra sentado en una de las enormes piedras. Su cabeza ya no estaba cubierta por el gorro y su cubre bocas desapareció. Además de eso, un gato completamente blanco estaba plácidamente acomodado entre sus piernas, siendo acariciado por el chico. ¿Cuándo había llegado?
—No quisiera equivocarme en lo que elija —contesto, mirando de reojo al felino— tampoco sé si tengo lo suficiente para lo que quiero.
—Lo serás —opinó con sinceridad y luego añadió— bueno, sí realmente es lo quieres y luchas por ello.
—¿Y si en realidad no es para mí? —cuestiono, recordando las veces en que escuché que otras opciones eran mejor. Quizás tienen razón.
—Dime una cosa y sé sincera ¿quién decide qué es realmente bueno o no para ti? —contraatacó mientras ladea con lentitud su cabeza, el gato parece imitarlo.
Mi garganta se siente seca. Por un momento me siento acorralada por su pregunta, pero no es nada más que eso: una pregunta.
—Yo... pero ¿y sí invierto mi tiempo el algo que no quisiera después?
Mi corazón retumba con fuerza en mi pecho, el temor por una respuesta hace que mis mejillas se sientan calientes.
—Entonces... —Medita su respuesta, tomándose la misma calma que refleja el minino, ahora dormido en sus piernas— estarás un paso más cerca de lo que en verdad quieres. ¿Y quién sabe? Tal vez incluso te des cuenta de que no perdiste tu tiempo.
—Uh. ¿En serio?
—Claro, después de todo, vas a tu paso —responde como si fuera lo más obvio del mundo— algunas personas dan la sensación de que van corriendo, mientras que otros pareciera que van gateando, pero al final siempre llegan a su destino. Cosa que en realidad importa.
Después de decir eso, coloca su atención al felino, dándole suaves caricias llenas de ternura. Yo por mi parte suelto una exhalación, sintiéndome ligera al fin.
—Ahh. ¿Cómo te llamaré? ¿Chim? ¿Hada?... Ya sé, ¿Luna? tienes cara de luna. —le habla Jimin al felino, sin embargo este está más dormido que despierto.
Al escucharlo una risa sale de mis labios. Jimin voltea a verme, haciendo pucheros.
—¿Tú cómo le llamarías? —pregunta a modo de venganza.
Lo pienso por unos segundos y por más que lo intento, un solo nombre de me viene a la cabeza. El gato abre los ojos y los posa en mí, esperando una respuesta.
—Parece ser un gato muy fuerte y sus ojos poseendeterminación. Así qué... ¿qué tal Puma?
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Antes de agosto [PARK JIMIN]
FanfictionLos problemas que la agobian en su día a día como adolescente a punto de entrar a la universidad, no la dejan en paz. Tiene en la cabeza tan metido ese embrollo que un día, sin explicación aparente, se encuentra en un diminuto elevador. Siendo acomp...