Antes de agosto [PARK JIMIN]

[10] Run

Run

Cuando la niebla deja de rodearme, un lugar lleno de pinturas y esculturas de diferentes materiales se hace presente. Continúo caminando, pues la mano que me sostiene me guía en silencio. Miro hacia atrás y el pasaje que dejamos es, en efecto, un túnel. Arriba de este se puede leer un letrero que dice "El hogar de las estrellas".

Vuelvo la vista hacia el frente con dudas en mi corazón y miro la persona que hace de mi guía. Al darme cuenta, casi por sorpresa o quizá por instinto, me suelto de su mano.

Jimin, quien parece ser que no notó mi arrebato, se mantiene caminando, mirando hacia el piso con expresión ida. La mitad de su cara está cubierta por un cubre bocas, mientras que el gorro de su chamarra, se encarga de cubrir su cabeza. Su atuendo de incógnito me hace pensar que no disfruta esconderse.

—Debe ser duro. —Suelto sin pensar, haciendo que Jimin muestre una cara de interrogación—, me refiero a que ser alguien famoso, debe serlo.

—Lo es, como cualquier otra profesión. —Se sincera y después de unos segundos rie, sus ojos toman la forma de una media luna— aunque yo no me considero como tal un famoso. ¿Sabes?

—Ah... ¿Entonces? —pregunto, arrugando el ceño, incrédula.

—Soy una persona más que está cumpliendo su sueño.

No puedo ver su rostro por completo, pero lo único que noto es que sus ojitos se hacen aún más pequeños. Probablemente está sonriendo. Dejo de mirarlo, para posar mis ojos en cualquier otra parte, pensativa. Las obras de arte me parecen muy extrañas, sin embargo no quiero dejar de verlas hasta que algunas personas pasan a nuestro lado y noto que miran a Jimin de una manera poco discreta.

—¿No te cansa lo que haces? — inquiero nuevamente, sintiéndome incómoda.

Jimin mira el piso unos segundos, sin parar de caminar, ignorando mi curiosa mirada. Parece estar meditando mi pregunta, pero después de unos segundos de silencio, me contesta:

—Cualquier trabajo llega a hacerlo. —Patea una piedra invisible, quizás por hacer algo y después añade— pero sí es uno que te satisface en todos los sentidos, es más fácil sobrellevar el cansancio.

—Siempre fue tu pasión... ¿no es así?

—En cierta forma, se podría decir que sí —respondió Jimin mientras se rascaba la cabeza con disimulo—, aunque fue difícil encontrarla y más aún, buscar esa perfección que parece inalcanzable.

—Mmm, no entiendo.

—Mira, todos creen que una pasión es algo que vive en ti desde que naces, que se puede desarrollar con poco esfuerzo... —Su voz sale pensativa.

—Pero no es así. —Termino la frase.

—No, no es así. Siempre hay que darlo todo para lograr lo que te propongas —añadió finalmente Jimin con un aire determinado—, por más mínimo que sea.

Me quedo en mi lugar, asimilando sus palabras. De cierta forma algo cálido crece en mi corazón por su respuesta, pero al mismo tiempo presiento que era algo que ya lo había escuchado en algún lugar, muy lejos de aquí, sólo que no alcanzo a recordar en dónde, ni cuando, ni por quien.

—Ven, hay un lugar que tienes que ver. —Me haceuna seña cuando al fin estamos en la salida del museo, sacándome de mispensamientos.