Esos ojos de videotape me consumen la vida, cuando te tengo enfrente y te espero con un pucho sentada en la estación. Nos morimos de frío. Nos morimos. Seguí mi sombra y no llores, como si fuese tan fácil, pero tan difícil es que lleguemos a ponernos de acuerdo.
No hay nadie, el callejón esta vacío, y recorro lugares. Soy un típico ser que se desarma y sangra, hablando soy demasiado autosuficiente, y me pesa esperar y verte partir, puedo estar sola mirando el infierno. No me dejes, si entraste a mi cajón deberías saber porqué, quiero ser increíble y hacer cosas imposibles, pero acordate, podes desaparecer sin haber dado un poquito de amor.
Nunca me gustó la sociedad, sólo corto flores lilas de la vereda y las pongo en mí mesita de luz. El velador ya no anda y no tengo ganas de seguir la sombra de mí pared verde, tan verde que dan ganas de llorar. Quizá vivo dentro de mi antena.
Me gusta sacudir el azúcar en sobre, no voy a escapar ni corroer, asesiname, pero no llores por mi.
