Madrid me dió ganas de ser un adolescente perdido en los 90 y poder observar a la gente desde el balcón de hierro entre las plantas y amapolas.
Cuando caminas, ¿No mirás a la gente y les inventas una historia?
El sábado vi a una señora y sentí que era de esas viejas amargadas que se creen superiores al lado de las de su generación, u otra que no paraba de tomar coca cola. Me senté en la vereda y sentí que me miraron mal, con su coca cola y ego.
Me observaron tanto que me dolía la cabeza, y tuve que contar mucho porque me incomodaban.Te hablé en medio de mi crisis y me diste pelota, y cuando me calme me dijiste que estaba tranquila. Me teñi el pelo y a mi abuela le pareció asqueroso pero a vos te gustó.
Y salí a caminar, cruzé la general paz y me comi una hamburguesa, pero después camine 30 cuadras hasta mi casa.Espero el sábado que viene cruzarme a las viejas esas con su coca cola y soberbia y decirles que son dos ridículas.
Volviendo a Madrid. Quiero vivir en Madrid. Y tener una casa con balcón, e invitarte a tomar unos mates porque quiero tener amigos argentinos conmigo (ahre))))).
Estoy cansada, sólo quería decirte que me quiero ir a vivir a Madrid. Y tener cosas viejas en casa, y por más que no funcionen tenerlas ahí para mirarlas por un rato.