Me llamaste a las cinco de la mañana para decirme que me extrañabas y me encanta.
Digo mucho la palabra quiero, incluso sin pensarlo. Te quiero. Quiero viajar en el colectivo. Quiero salir a caminar. Quiero chaparte.
No confundas cariño con amor, igual que voy a saber yo del amor si es más profundo que el pozo en el que estoy metida ahora.
Por más enamoramientos en el bondi, que me pregunto desde que subís hasta que bajas cual es tu color favorito, si te gustan las avispas, que haces el martes o si sos feliz. Enamoramientos que te vuelan el bocho, pero en serio, de esos que quiero sentarme al lado tuyo y conversar de lo que hiciste en tu día.
Al final me doy cuenta que quiero que alguien tenga un enamoramiento de colectivo conmigo, que se pregunte como estoy y que comí anoche.
Así que, enamorado, te cuento: Estoy bien, me mandaron un mensaje a las seis menos cuarto de la mañana y no puedo dormir, en el fondo me gusta. No comí nada, me tomé un par de vasos de manaos y me puse a pensar cual es el mejor dinosaurio de todos.
Quiero tomar el subte y perderme porque no entiendo nada de combinaciones de subtes, pero el piiiii del subte me encanta y me encanta mirar a la gente cuando camino, o en el subte. Andando en bici, en tren, en el bondi, sentados en su casa, caminando por Libertador. Quizás en mi vida pasada fui a una marcha y como reprimieron tuve que volver caminando por las vías del subte.Me gusta imaginar la vida de la gente que mr cruzé en el subte.