Capítulo 13

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Buuuuuu 👻 

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Buuuuuu 👻 

¿Alguna de vosotras ha perdido el apetito? ¡Creo que lo tengo todo yo! Creí que los fantasmas no comían, pero he puesto diez kilos desde que soy invisible, ¡y sólo ha pasado un mes! 😭

El juego seguirá en pie indefinidamente: escogeré un comentario y le dedicaré el siguiente capítulo 💕

Ya sabes, cuantas más veces comentes más probabilidades tendrás 🔥🔥


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JADE

—Deja que te cure el brazo —me pide mientras tira de él —, esto no es nada. En unos días ya no tendrás ni marca —asegura riendo.

Adoro la forma en la que sonríe, aunque no lo hace casi nunca.

La forma en que se le marcan esos pequeños hoyuelos alrededor de la boca, como si el mejor escritor del mundo hubiera decidido enmarcarla...

Desde luego que su boca es mi cita favorita.

—No se puede decir lo mismo de tu cara... ¿qué pasó? —me mira y vuelve a tensar su mandíbula. Ese gesto de él me resulta tan sexi que tengo que recordarme mentalmente cómo se respira cada vez que lo hace.

—Tu amigo Adán, que no es tan santito como parece —el odio que se profesan me parece increíble. ¿Qué habrá pasado entre los dos para que se soporten tan poco?

—No es mi amigo y tampoco creo que sea un santo, al igual que sé que tú no lo eres. Pero es evidente que, como cualquier persona, no se quedará quieto si lo atacan.

Suspira y ladea la cabeza en un gesto de incredulidad.

—No, no lo soy, pero nunca he fingido serlo tampoco. Si mi alma es negra no tengo por qué ocultarlo.

—Adán me dijo que te peleaste con él porque pensaste que había besado a Ares —levanta la cabeza, deja de curarme y no dice nada durante lo que me parece un rato demasiado largo.

—Eso es mentira, no puedo creer que te haya dicho semejante mierda. Ares no es mas que una zorra despechada que busca atención. No me ha importado ni me importará nunca, te lo puedo asegurar —su voz suena tan convincente que no dudo ni un segundo de que está diciendo la verdad. Tampoco me sorprende, sé que su condición no le permite sentir nada.

—Lo sé, no te importa nadie —sus ojos miran fijamente a los míos y siento el dolor en ellos —. Lo siento, yo... —me apresuro a disculparme, pero él me corta.

—Tranquila, tienes razón. No me importa nada ni nadie pero tú no me das igual del todo, así que supongo que nos vale, ¿no?

—Supongo —respondo riendo —¡¡Aaaaaay!! Me has hecho daño —aparto el brazo bruscamente. No sé lo que acaba de hacer, pero ardía como el infierno.

| COMPLETA ✔ |   Aunque tú no lo sepas © [ATNLS 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora