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Capítulo 23 (contenido +18)

Búuuu  👻

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Si no comentas, no te deseo nada malo, pero ojalá empiece a sonar la canción que más te gusta justo cuando te vas a bajar del coche 💘

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Llego a la habitación y Jade sigue en la cama. 

—Jade, Jade, nena, tranquila —me acerco a ella y acaricio su cara para que se despierte.

—Dios mío, he tenido una pesadilla horrible, ha sido... —no termina la frase y se queda mirando a su alrededor —¿Dónde estamos?

—En la cabaña —tenso mi mandíbula.

—¿Qué cabaña? —sonrío.

Parece ser que no se ha despertado del todo.

—El otro día te conté que había estado arreglando una cabaña —asiente —, pues aquí estamos. No te quise despertar ayer, te quedaste dormida en el coche.

Mira desconcertada la habitación y estudia y examina hasta el último recoveco.

—Pensé que ibas a llevarme a tu habitación —dice después de un rato.

—Este sitio es mejor. De todas formas, si no te gusta, podemos irnos —propongo con la esperanza de que quiera quedarse.

Se incorpora del colchón y se frota las sientes.

—Me duele muchísimo la cabeza —un leve gemido sale de su garganta.

Me maldigo a mí mismo por no haberlo previsto.

—Aquí no hay ningún tipo de medicamento, pero puedo ir en un momento a por ellos. Tardaré muy poco.

—No te preocupes, seguramente se me irá pasando —dice sonriendo.

—¿Qué te apetece desayunar?

—No lo sé, pero tengo mucha hambre —se acaricia la barriga y yo tengo que agachar la cabeza para dejar de sonreír como un gilipollas.

—Voy a preparar algo, el baño está justo ahí —lo señalo con el dedo y ella asiente.

—Vale, gracias —sale de la cama y se mete en el baño. La manera en la que mi camiseta se le levanta justo por la zona del culo me parece de lo más excitante.

Voy a la cocina y pongo la sartén encima de la llama de fuego que sale de uno de los hornillos.

El último día que estuve aquí fui previsor y llené la nevera y los armarios de comida.