Khiena
Ya terminaron mis exámenes finales y por fin estoy de vacaciones, por lo que le he pedido amablemente a Claudia que le comunique al señor Gashter que trabajaré tiempo completo por dos meses, me extrañó ver que tenía ojeras y fue amable conmigo, se limitó a asentir y darme una sonrisa fingida que expresaba tristeza.
Estoy limpiando el mesón de la sala de reuniones, cuando escucho la voz del "señor Liam" acercarse, me pongo en alerta y termino lo más rápido posible para no topármelo, pero no lo logro ya que él abre la puerta y siento su mirada a mis espaldas, me giro y le sonrió.
–Yo... ya me iba, lo siento señor.–digo más nerviosa que nunca, agarro el spray y la esponja de limpieza para luego encaminarme hacia la puerta.
–Espera Khiena, ¿podemos hablar? –su voz suena algo inestable pero me limito a asentir.
Cierra la puerta y me mira con una expresión seria.
–Eh, mira Khiena sé que vas apenas un mes trabajando aquí pero durante esta semana que pasó, he tenido problemas con mi secretaria, la despedí, ya no trabajará más para la empresa,–dice mirándome con las manos dentro de su pantalón, me parece verlo nervioso, pero eso no es típico de él, como ve que no pretendo responder, sigue –...quería saber si tú podrías tomar su lugar, es decir sí quieres claro... he visto tu capacidad de dialogar con los clientes y me pareció conveniente pedírtelo.
Por acto reflejo me pellizco y él sonríe.
–Yo, eh... no sé qué decir, bueno yo... sí, me encantaría, ¡por supuesto que sí! –sé que estoy siendo muy escandalosa pero no me importa, sigo dando pequeños saltos.
–Bueno Khiena, comienzas ya mismo, Claudia ya se ha ido hace algunas horas y necesito de tus servicios ahora.–dice sonriente mientras se da la vuelta y sale, mientras yo quedo mirándolo como si fuese un sueño.
Salgo de mi ensimismamiento para ver mi nuevo escritorio que se encontraba afuera de la puerta que lleva a la oficina del jefe. Me da un poco de pena por Claudia, si bien ella nunca encajó conmigo se veía que necesitaba su trabajo.
–¿Dónde está Claudia y qué haces tú en su lugar? –levanto la mirada para encontrarme con la mismísima novia de Liam Gashter, la modelo con la que sale cada noche está en mi delante con una cara enojada y brazos cruzados.
–Buenas tardes señorita, ella ya no trabaja aquí y respondiendo a su última pregunta estoy haciendo mi trabajo.–suelto con serenidad.
–No importa, iré a ver a Liam.–y se encamina hacia la puerta hasta que la detengo.
–No puede entrar aquí sin previo aviso, déjeme avisarle al señor Gashter.
–¿Quién diablos crees que soy?, ¡yo vengo aquí las veces que se me dé en gana!, y ah...por si no lo sabías él no se molesta si paso sin llamar, ahora retírate.–me empuja con fuerza hacia un lado, entonces pongo mi pié para no dejarla entrar cuando de pronto se abre la puerta.
–Hola cariño, esta señorita -hace una mueca de asco dirigiéndose hacia mí- no me dejaba pa...
Liam no le deja terminar y escupe:
–¡¿Quién demonios te crees para tratar a mi personal cómo te venga en gana?!, Khiena es mi secretaria ahora y la respetas Catherine, ¡ahora vete!.–Grita furioso, sentí vergüenza ajena, no lo había visto así jamás, da miedito.
Me quedo mirándolo asustada mientras ella desaparece por los pasillos, una vez lo hace, él me mira y yo giro lentamente para caminar hacia mi escritorio.
–Lo siento mucho Khiena, no debiste mirar esa escena...
–No importa señor, entiendo si está celosa su novia.–hago una mueca restándole importancia, pero es obvio que sí me importa.
–Ella no es mi novia –se gira y entra a su oficina dejándome con una sonrisa en el rostro.
¡NO ES SU NOVIA!
De cierto modo, ahora que tengo el puesto de secretaria-asistente del señor Gashter, quisiera volver a mi antiguo puesto ya que salía menos cansada y estresada que ahora.
Por otro lado, él ha estado distante, tiene muchos viajes y presentaciones con ejecutivos muy importantes, me ha tratado de lo peor un par de veces, y me he echado a llorar como una chiquilla que le han quitado su dulce, me he sentido tan patética al mostrarle esa parte débil de mí, pero no me las pude abatir en esos momentos.
He cambiado mi sentido del humor, ya siento que hasta me salen canas de lo estresada que ando, pero lo bueno es que gano el doble que con el restaurante y el bar a la vez.
En cuanto a mi vida personal está Fred que huye de mí y yo lo agradezco, no quiero tener que topármelo ni por casualidad, no me importa en lo absoluto, pero tenía una perspectiva diferente a lo que es y eso en ciencia cierta, me lastima.
Hace dos días me enteré que uno de mis tíos que tiene mi casa, se accidentó y está en coma, he tenido las ganas de ir a ver cómo se encuentra pero temo que mi tío Julio me eche a patadas porque pensará que volví a por mi casa.
Quizás si hubiese luchado por lo que me pertenecía, ahora no tendría que estar matándome cada día para tener mis propias comodidades en un apartamento pequeño en un barrio peligroso; si muere el tío John, la casa entra en debate ya que yo en un mes cumplo mayoría de edad, ellos falsificaron el testamento que dejó mi padre y se quedaron con la casa, dejándome sin nada.
Quisiera que mis padres estuviesen conmigo y que esto sea una pesadilla solamente...
Con el dinero ahorrado en mi caja de madera, podré comprarme mi apartamento, es increíble que ya haya juntado lo esperado en tan poco tiempo, llevo tres meses en el edificio Gashter y ahora puedo darme ciertos lujos cuando quiero.
Llego a mi apartamento y me tumbo en el sofá cansada, pero en cuanto lo hago lo pienso mejor, me levanto de un salto y voy hacia mi habitación para luego desviarme y abrir la ventana, miro hacia la calle del barrio en el que vivo, entonces me congelo al ver el auto negro lujoso...
Liam está ahí, con ella...
Cómo siempre Khiena, como siempre...
La curiosidad me mata así que me quedo mirando para verlo bajar, pero pasan pesados minutos y nada, no aparece ni la figura esbelta de la rubia falsa, al parecer está dentro de su casa, no entiendo hasta ahora el porqué ella vive por estos lugares si tiene dinero o bueno aparenta tenerlo, jamás me hubiese pasado por la cabeza que un hombre como Liam viniera por estos lugares solamente para verla, sigo mirando la casa y el coche a la vez pero nada, ¿por qué tarda tanto en salir? ¿Y sí... –el sonido de la puerta tocándola abruptamente me saca de mis cavilaciones.
¿Están llamando a mi puerta?
Me levanto del estante junto a la ventana para dirigirme hacia el ojo de gato y mirar quién está del otro lado de la puerta, ahora sí me congelo porque lo veo...
Liam Gashter está en mi puerta...
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Vida a medias [EDITANDO]
RomanceKhiena Riggins, una adolescente carismática con un sueño frustrado, una vida pesada y trágicamente destruida pero aún así, logra conocer a su príncipe de colores, Liam Gashter. Liam Gashter, un típico joven multimillonario, egocéntrico, sin escrúpu...