Liam
He estado últimamente sumido en mi trabajo, apenas pude ir a dos de seis citas con mi psiquiatra, en la última de ella, salí cabreado. Me enteré que la supuesta relación que tenía Khiena después de haber renunciado a mi empresa, era totalmente falso, todo fue producto de mi imaginación. Me di cuenta que estaba en serios problemas de salud y al no tratarlo, estaba hundiéndome. Tan solo imaginarme haciéndole daño a quién amo, me carcome la conciencia. Por otro lado, Khiena ha estado devolviendo todas las comidas, me siento mal verla así, temo que se me enferme y si es así no lo soportaré.
El sonido de mi teléfono me saca de mis pensamientos. Lo tomo y descuelgo.
–Alex, ¿qué novedades bro?.
–Liam, me estoy volviendo para allá, las cosas aquí se han puesto tensas, mi vuelo sale dentro de unas horas, te pongo al tanto cuando llegue, ¿vale?–su respuesta me toma por sorpresa.
–Vale, llámame en cuanto llegues, Samuel irá por ti. –digo y cuelgo.
¿Qué habrá pasado?.
Temo que este imbécil se haya enrollado a la hija de uno de los dueños de Global. Descartando los malos pensamientos llamo a Khiena para saber sobre el resultado de sus análisis.
Al instante contesta.
–¿Aló?–responde con su voz dulce.
–Hola amor, ¿cómo te ha ido?–escucho como larga un suspiro y frunzo el ceño.–¿Qué pasa Khiena?
–No pasa nada mi amor, todo está bien, es solo cansancio, no he dormido bien. No te preocupes que los análisis te los enseño cuando pases por aquí. –dice poco convencida.
Sé, de antemano que quiere sonar serena para no preocuparme así que decido seguirle la corriente. –Está bien cielo, ¿quieres que te lleve algo de comer?.–pregunto.
–Sí por favor, tengo una hambre loca, apostaría que si estuvieses aquí te asaría y te haría un churrasco.–suelta pequeñas risotadas, cosa que me hace imitarla.
–Sería una gran comida mi amor.
–Pues sí. –suspira y me hace fruncir aún más el ceño.
Algo no anda bien.
–¿Khiena, cielo?, esteeee... ¿en serio estás bien?, es que ya sabes... te noto cortante... no sé, algo distante, ¿pasa algo?.–suelto sin más.
–No, no es nada... solo ven que necesito cariñitos.
–Está bien amor, eso haré, te veo luego. –cuelgo después de escuchar un "bien" como respuesta suya.
Sé, de antemano que algo no anda para nada bien, solo quisiera que ella no me haya traicionado... no quisiera que me esté ocultando algo que nos dañe a ambos, simplemente no lo soportaría, Khiena se ha convertido en mi pilar que me sustenta día a día y sin ella, me derrumbaría. Cuando oficializamos nuestra unión, prometimos tener sinceridad pese a la gravedad que sea la situación, prometimos cuidarnos a lo que se refiere a niños, le confesé que, tenía un gran miedo. Temía que aquel niño o niña sufra del trastorno que sufre su padre, no lo soportaría, jamás me lo perdonaría. Khiena estuvo de acuerdo en todo y me sentía bien así. En cierta forma, me intrigaba lo que me vaya a decir, tengo curiosidad, quizás no vaya a ser nada malo y yo esté exagerando.
Bajo del auto y me encamino hacia la puerta del ya conocido apartamento, no me molesto de tocar ya que ni bien estoy levantando mi brazo, Khiena aparece en mi campo de visión. Se ve hermosa.
Sonrío.
–Hola... –no digo más nada al ver su sonrisa torcida, triste–.
–Pasa.
Hago lo que me dice con los nervios de punta, el cosquilleo de intranquilidad sube hasta mi cerebro.
Observo cada movimiento exasperado de mi novia, se ve tan hermosa. Está demasiado nerviosa, se nota a leguas, se frota los dedos en sus vaqueros. Estoy impaciente, pero no quiero ser grosero al acabar con su preparación para decirme lo que supuestamente tiene que confesarme. Cuando estoy a punto de terminar con el silencio estresante del momento, ella carraspea y me entrega una pequeña caja.Es una caja rectangular pequeña, está envuelta en papel de regalo, rápidamente quito el envoltorio y dudo al abrirla...
–Vamos, ábrela.–me incita nerviosa.
Asiento.
Abro la pequeña caja y me encuentro con una nota envuelta, rápidamente la tomo para luego encontrarme con... un test de embarazo.
–¿Qué es todo esto Khiena?–fijo mi mirada en ella, al ver su reacción espabilada continuó con el arduo trabajo de leer lo que dice en el papel.
"Nombre: Khiena Marie Riggins.
Identificación: 337247 Dt.
Médico: Asignado.
Ingresado: 22 de diciembre de 2014
Finalizado: 22 de diciembre de 2014Prueba: HCG SUB-BETA EN SANGRE.
Pruebas del test sanguíneo: POSITIVO."
Me alejo de ella y niego con la cabeza, ella se tapa la boca sollozando. Trata de acercarse y la detengo con una mano.
–Aléjate de mí Khiena Riggins, ¡Alejate!–grito y corro hacia mi coche.
Siento como la adrenalina va tomando posición en mi cuerpo, sube desde la punta de mis dedos hasta mi cerebro. No puedo creer que ella haya sido capaz de engañarme de esa forma, yo jamás le di esperanza alguna para formar familia, si bien es cierto que ella era mi pilar, mi fuente; pues no estaba preparado para tener una responsabilidad de ese nivel. Por una parte, no quería que ese niño o niña que iba a nacer tenga mi maldita enfermedad, ¿por qué?, ¡¿Por qué, los mil demonios Khiena?!.
El viento me provoca tranquilidad mientras choca contra mi rostro, estoy eufórico, quiero gritar, quiero morir, quiero todo a la vez.
–¡TE ODIO KHIENA RIGGINS!
Espero que ella cambie de opinión y no traiga al mundo a una criatura que sufrirá por el resto de sus días al igual que su bendito padre.
Estoy tan concentrado en lo que sucede que no me doy cuenta que no estoy manejando el volante, el miedo comienza a evadirme al darme cuenta que estoy en una curva y viene un trailer justo frente mío. Mis manos comienzan a temblar y trato de mantener la calma enderezado el volante, pero simplemente no puedo hacerlo, me quedo estático cuando sucede, veo blanco por todas partes.
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Vida a medias [EDITANDO]
RomantizmKhiena Riggins, una adolescente carismática con un sueño frustrado, una vida pesada y trágicamente destruida pero aún así, logra conocer a su príncipe de colores, Liam Gashter. Liam Gashter, un típico joven multimillonario, egocéntrico, sin escrúpu...