Mi historia entre tus dedos

95 6 3
                                    

[Mia]


Richie y Heather ya se habían marchado. Les había dicho que llegaría un poco más tarde y agradecí que no insistieran. Y es que necesitaba estar sola algunos minutos, necesitaba repetirme que Richie sólo era mi amigo y que lo de anoche no había sucedido. No podía meterme en una relación. Sabía cuánto dolía aquello, sabía cuánto dolía ver como la persona que quieres se queda con otra persona.

Sí, éramos unos idiotas por confundir sentimientos.

Me miré en el espejo por enésima vez. No sabía muy bien si mis nervios eran porque vería a Richie y tendría que fingir que nada sucedió y nada sentía en mi interior, o porque nunca he sido buena para andar en tacos y en cualquier momento caería al suelo. Quería creer que se debían a la segunda opción.

Pase la mano por mi vestido y me susurre mentalmente que ya era hora de marcharme.

[...]

Sólo quería encontrar a Jon o algunos de los chicos para poder quedarme un tiempo con ellos. Nunca se me había hecho difícil hablar y hacer amistades con gente en una fiesta pero por alguna razón hoy no me sentía con toda la seguridad que debería tener. Sólo necesitaba a algunos de los chicos para poder sentirme en mi área de confort y poder, finalmente, respirar tranquilamente.

Sonreí vagamente al pensar que aquello siempre me lo otorgaba Richie, él era mi área de confort, mi hogar, y hoy... hoy sólo buscaba pasar la mayor parte del tiempo alejada.

Estúpida, estúpida, Mia.

Avanzando entre la multitud me encontré con aquellos cafés ojos que tan bien conocía. Mismo instante en el que ella depositaba un tierno beso en sus labios antes de separarse de él. 

Sonreí tímidamente levantando mi mano. Me sentía completamente observada y sólo por unos ojos.

-Por favor no fallen-. Pedí a mis piernas, las que podía sentir cómo comenzaban a flaquear mientras mi mejor amigo no me quitaba la vista de encima.

-Por Dios, Mia. Estas hermosa – habló Jon abrazándome.

Sonreí tímida. ¿En serio, Mia? ¿Desde cuándo eres tímida?

Mire en dirección a Richie quien sólo me observaba en un silencio que no lograba entender.

-Te ves preciosa, pequeña – dijo Tico con ternura. Sonreí abrazándolo.

-Dado que Richie no habla, hablaré yo – se entrometió David sonriendo. – Estas – movió sus manos de arriba abajo – despampanante – sonrió.

-Son ustedes los que no se ven nada mal – respondí apegándome a David.

Agradecía que las parejas de los chicos se hayan marchado unos segundos antes de que llegara. Siempre solía llevarme mejor con hombres.

-Pensé que no sabias usar tacones – habló de pronto Richie.

Todos dirigieron sus miradas al guitarrista y fue Jon quien golpeo su cabeza.

-Eres idiota – negó con su cabeza divertido.

-Pensé que no sabias usar tacones – lo imito divertido el de rizos.

-¿Qué tiene? – se defendió. – Nunca la había visto...

-Olvídalo – lo interrumpí – aun no sé – respondí amargamente, y me reproche mentalmente por estar esperando, inconscientemente, alguna lindo comentario de su parte.

-Tantos años y aun no aprende – negó con su cabeza Tico para tomar un trago y marcharse.

-¿Qué? Pe-pero

-Haber tienes una segunda oportunidad, Mr Sambo –lo vio divertido Jon.

David rió. Y yo me sentía como una idiota. En cualquier otro momento habría respondido de manera ingeniosa. Hoy... ni siquiera sabía qué estaba pasando por mi mente.

-¿Qué quieren que diga? Nunca la había visto así – me señalo – Está...es... - paso la mano por su cabello. Lo mire confundida. – Blanco – dijo finalmente – ¿Buscas pureza?

Arrugue mi ceño ante la confusión de Richie – Ojalá este nuevo año te traiga una neurona – respondí, y agradecí que la ironía haya vuelto a mí en el momento preciso. – ahora si me permiten - voltee para dirigirme al tocador. 

La verdad era que necesitaba alejarme de él.

Pude escuchar como Jon y David reían y reprochaban a Richie, sin embargo sólo seguí mi camino. Me sentía débil, como una niñita, sólo quería ir a mi cama y pasar este "nuevo año" encerrada en mi habitación mientras veía alguna estúpida película de fin de año con un montón de palomitas de maíz a mi lado.

¿En qué momento se me había ocurrido aceptar venir a pasar las fiestas con Richie? ¿En qué momento creí que aquel beso un año atrás había sido algo sin importancia? ¡Maldición, Mia! ¡Fue por eso que dejaron de hablar!

Que idiotas somos a veces por no querer reconocer lo que sentimos.

Lleve el papel a mi rostro y quite el agua.

- Un trago, un chico guapo, una buena noche- Dije al verme en el espejo y acomodar mi cabello –Sólo eso necesito- sonreí convenciéndome de mi buen plan.

Entonces lo primero que hice fue tomar el primer trago que pasaban ofreciendo. Sacudí mi cabeza para que pasara el alcohol y tomé otro.

Primer paso: Listo.

Iba por el segundo paso en mi lista cuando un Richie Sambora sobre el escenario llama la atención de todos.

-Cuando faltan un poco menos de 30 minutos para año nuevo – sonríe – cantaré la última canción del Karaoke – levanta su vaso y por inercia comienzo a caminar entre el público. – Porque también debemos agregar algo de romanticismo y también algo de dolor a nuestras vidas – me mira fijamente – Mi historia entre tus dedos – sonríe vagamente mientras puedo sentir como un nudo en mi garganta comienza a formarse.

Yo pienso que no son tan inútiles las noches que te di
Te marchas y qué, yo no intento discutírtelo
Lo sabes y lo sé.

Al menos quédate sólo esta noche
Prometo no tocarte, estás segura
Tal vez es que me voy sintiendo solo
Porque conozco esa sonrisa tan definitiva
Tu sonrisa que a mí mismo me abrió tu paraíso.

Se dice que con cada hombre hay una como tú
Pero mi sitio luego lo ocuparás con alguno
Igual que yo, mejor, lo dudo

¿Por qué esta vez agachas la mirada?
Me pides que sigamos siendo amigos
¿Amigos para qué, maldita sea?
A un amigo lo perdono, pero a ti te amo
Pueden parecer banales mis instintos naturales

Hay una cosa que yo no te he dicho aún
Que mis problemas, ¿sabes qué? Se llaman: "tú"
Solo por eso tú me ves hacerme el duro
Para sentirme un poquito más seguro

Y si no quieres ni decir en qué he fallado
Recuerda que también a ti te he perdonado
Y en cambio tú dices "lo siento, no te quiero"
Y te me vas con esta historia entre tus dedos

¿Qué vas a hacer? Busca una excusa y luego márchate
Porque de mí no deberías preocuparte
No debes provocarme
Que yo te escribiré un par de canciones
Tratado de ocultar mis emociones
Pensando, pero poco, en las palabras
Y hablaré de la sonrisa tan definitiva
Tú sonrisa que a mí mismo me abrió tu paraíso
[...]

Quité las lagrimas que caían y voltee rápidamente. No podía seguir ahí. Abriéndome paso entre todos los que miraban a Richie, salí del lugar, debía alejarme del ruido, debía alejarme de mi mejor amigo. 

Demasiado TardeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora