Dulce sueños

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[Un año después.]

Con un cartel en mano, esperando no ser reconocido por la multitud pero si por una persona esperaba que llegara. Estaba ansioso, ansioso por verla y poder tener a mi lado a aquella chica que me acompaño en tantas locuras durante nuestra adolescencia. Miraba en todas direcciones y seguramente el grupo de chicas que estaba un poco más allá ya me habían reconocido. –Nunca la puntualidad ha sido lo tuyo, Mia – bufe molesto bajando aquel ridículo cartel para tomar mi teléfono.

Había pasado mucho sin vernos ni hablar.

-Disculpe, señor... - volteé ante aquel que tocaba mi espalda y llamaba mi atención. - ¿Es usted Rick? –

Fruncí mi ceño, siempre odie que me dijeran "Rick" me llamaba Richard, podían decirme Richie pero "Rick" Dios cómo me fastidiaba.

Ella rió y se lanzó a mis brazos – Te extrañe, grandulón – depósito un cálido beso en mi mejilla mientras la apretaba fuertemente entre mis brazos. No tenía ni idea de cuánto la había extrañado.

-Lo sé, suelo provocar aquello en las chicas – respondí bajándola y recibiendo un golpe en mí estomago ante mi egocentrismo. –Te extrañe, bruta – volví a abrazarla, recibiendo un nuevo golpe.

-Sigues siendo una bruta- pase mi brazo por sus hombros para caminar con ella.

-Sigues – se detuvo analizándome – ya no eres guapo, Sambora – cruzo sus brazos mientras hacia una mueca divertida.

Las chicas que hace minutos me observaban, miraban nerviosas hacia mi dirección. Les sonreí y levante mi mano en señal de saludo y unas risas nerviosas fueron escuchadas.

-Bueno, aquellas chicas dicen lo contrario – la mire divertido tomando su maleta para salir de ahí.

-Están a metros de distancia, claramente cuando yo te vi desde lejos también pensé "¡Dios, aquel chico es guapísimo!"

Humedecí mis labios sonriendo satisfecho.

-Pero basto acercarme para darme cuenta que estaba equivocada – encogió sus hombros.

Solté una irónica carcajada

-Tampoco es que tu estés muy guapa, enana – la mire de pies a cabeza - De hecho – me acerque a ella – estas más gordita – respondí divertido a la vez que apretaba por su cintura intentando agarrar algún "rollo".

Mia rió fuertemente – eres un idiota – golpeo mi brazo – pero en serio – paso su mano por mi cintura – ya no eres nada de guapo – volvió a repetir - quizás es la mala mano – finalizó mientras ocultaba una sonrisa entre sus labios.

Sonreí divertido y la apreté contra mí para seguir avanzando abrazados hacia la salida.

[...]

-Okey – dejé la maleta a un lado. – esta será tu habitación, ahí está el baño. La cocina ya la conociste – blanquee mis ojos - y Heather llegará en cualquier momento para que la conozcas

Mia sonrió ampliamente – Gracias por esto, Richie – miró con cierta timidez.

Sonreí - ¿realmente estoy menos guapo?

Mia rió – Horrible – arrugo su nariz acercándose.

La mire con mi ceño fruncido para luego lanzarme sobre ella y comenzar a hacerle cosquillas, cayendo juntos a la cama.

-Nonono, Richard – reía – por favor para

No respondí solo disfrutaba al inmovilizarla con mi cuerpo, y su clara desesperación al no poder zafarse.

-Vamos, sabes lo que quiero oír – reía mientras mis manos le hacían cosquillas por todo el cuerpo.

-Tú mamá y la mía me enseñaron a no mentir, Sambora – respondió divertida mientras intentaba zafarse de mi agarre.

-Dilo, enana – reí

-¡Por Dios, Sambora! ¡Me haré pipi!

Tome sus muñecas para dejarla inmóvil.

-Dilo – la mire fijo.

Su boca permaneció levemente abierta mientras su pecho subía y bajaba rápidamente.

-Si ... - su mirada se concentro en la mía – Si...sigues igual de guapo que antes – respondió finalmente.

Sonreí satisfecho.

-¿Igual o más? – la miré divertido.

Negó con su cabeza – más, Richard – blanqueo sus ojos divertida.

-No sonó muy creíble pero...

La mire sonriendo ampliamente mientras seguía inmóvil bajo mi cuerpo, aun sujetando sus brazos con una de mis manos, la otra la baje para quitar un mechón de cabello de entre sus labios. Mis dedos rozaron sus labios, su boca se abrió levemente permitiendo que mi pulgar recorriera lentamente su labio inferior.

-Iré a ver si hay algo para comer – me quite de encima rápidamente.

¿Qué había sido aquello? Eso... no estaba bien.

[...]

-Haber... deja pensar – reía junto a Heather mientras pensaba en alguna otra tonta historia para contarle a mi novia – un día- rió - iba haciéndose el galán con una compañera de curso – volvía a reír – y el muy galán...

Llegue a su lado cubriendo su boca con mi mano.

-Ignora eso, amor – la interrumpo. – y tú – la mire – deja de contar cosas que no deberías – pronuncie amenazador.

-Vamos, amor, deja que me cuente – rió Heather al mismo tiempo que Mia mordía mi mano.

-¡ Mia! – me queje pero ella sólo me ignoro mientras reía al recordar aquel momento.

-El muy galán de Richard Sambora chocó con un árbol – reía siendo acompañada por mi novia. – Cayó aturdido – reía sin detenerse – entonces quien tuvo que ir corriendo hacia él a verlo – me miró con una ceja alzada -¡Yo! – Se señalo – Richie tenía un huevo gigante en la frente – se ahogaba con su propia risa mientras yo sólo negaba con mi cabeza de manera divertida – desde ese día que su cara quedo así – hizo una mueca.

-Ja-ja-ja muy chistosa – me acomode a un lado de Heather rodeándola con mis brazos.

Mia suspiro para retomar el aire -Okey – tomó el último sorbo de su trago – suficiente por hoy – rió - creo que lo mejor es ir a descansar un rato – se levantó acomodando su cabello tras su oreja - Estoy agotada por el vuelo – nos sonrió a ambos.

-Claro – señale blanqueando mis ojos. Debió haberse ido a descansar hace mucho tiempo, antes que contara esta historia a Heather.

-¡Descansa! – grito Heather sonriente.

-¡y chica bruta! – grite.

Podía sentir como en estos momentos blanqueaba sus ojos.

-Dime – se asomó desde la escalera. Voltee a verla.

-Salúdame a Carlos – la mire burlesco.

-Oh que idiota – quito uno de sus zapatos lanzándomelo directo a la cabeza. Reí fuertemente.

-¡Dulces sueños! – grite divertido. 

Demasiado TardeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora