Capítulo 14

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The Rests Of Her Soul

Capítulo 14

Connor's POV

Cuando Adahy tiró a Nayeli al suelo y la vi sangrando por la brecha que tenía en la frente empecé a gritar su nombre desesperadamente. No quería que cayera inconsciente, podía llegar a ser fatal para ella.

-¡Adahy pedazo de mierda, juro que cuando salga de esta te mataré, te abriré en canal y usaré tus intestinos como riendas para mi caballo!-Dije presa de la rabia y el rencor, no le iba a perdonar aquello.

-Me gustaría mucho ver eso Kenway.-Rió yéndose del lugar no sin antes hacerme un corte profundo en el hombro. Bastardo.

Miré a Nayeli y vi cómo la sangre no dejaba de salir de la herida. Por suerte no era mucha, así que seguramente no sería tan grave como pensaba.

-¿Nayeli?-Pregunté mirándola. Su rostro demostraba miedo y tristeza. Fui un completo idiota al hacerla sentir que no la quería a nuestro lado, si no hubiera estado tan cegado por la misión Nayeli no se hubiera marchado y nada de esto hubiese pasado.-¿Nayeli...?-Pregunté de nuevo con la voz entrecortada, estaba... ¿Llorando o casi a punto de llorar? Finalmente y sin previo aviso, empecé a llorar. La culpa me consumía, prometí ser fuerte para proteger lo que quería, prometí que no volvería a perder lo que quería... Y ahora Nayeli corría peligro y estaba sufriendo... Por mi puta culpa-Nayeli... Te quiero... Por favor... Aguanta... Aguanta, mi amor...-Supliqué rendido.

El tiempo se me pasó lento, cada minuto se me hacía como una hora entera. Hora tras hora, escuchaba las campanas de la iglesia sonar. Las cuatro, las cinco, las seis, las siete, y así sucesivamente. Poco antes de las nueve, Nayeli se despertó, dándome una alegría dentro de aquel pozo de desdicha.

-¡Nayeli!-Exclamé cuando me miró.-¿Cómo te encuentras?-Dije realmente preocupado.

Ella me miró por unos instantes, desorientada.

-¿No estoy muerta?-Preguntó mirando como pudo a su alrededor.

-No pequeña, por suerte no.-Le dije medio sonriente.

-¿Por suerte? ¿Acaso es bueno seguir viva en esta situación?-Preguntó muy desanimada.

-Sé que no es la mejor de las situaciones, Nayeli, pero ya te dije que saldríamos de aquí sanos y salvos, me cueste lo que me cueste.-Le recordé. Nayeli agachó la cabeza al tiempo que la puerta del sótano se abría, genial, ese puto bastardo había vuelto.

-Vaya, ¡qué agradable sorpresa! ¡Mi querida Nayeli ha despertado! ¿Cómo estás, preciosa?-Preguntó falsamente mientras se acercaba a ella y ponía su silla bien.

-Vete a la mierda...-Susurró ella. Adahy le propinó un guantazo en la mejilla que tenía cortada, haciendo que la herida se reabriera.

-¡A mí no me hables así!-Chilló.

-¡Ni tu a ella así! ¡Pedazo de mierda!-Chillé yo impotente. Adahy se giró hacia mí y me lanzó un cuchillo a la cabeza, pero lo esquivé con un simple movimiento de cuello.-¿Es eso todo lo que sabes hacer?-Pregunté ponzoñoso.

-No, sé hacer muchas cosas más, sobre todo con las mujeres. ¿Y sabes qué es lo mejor de todo? Que lo vas a ver en vivo y en directo.

Mierda, sabía a lo que se refería con aquello y no podía permitir que hiciera algo así con Nayeli pero... ¿Cómo evitarlo? Comencé a revolverme en la silla, mas no conseguía nada, las cuerdas estaban muy bien apretadas.

-¡Adahy como le pongas un solo dedo encima date por muerto! ¡¿Me oyes?!-En respuesta, Adahy rió.

-¿Qué vas a hacerme así atado? ¡Si no te puedes ni mover!-Exclamó.-Bueno, que comience el espectáculo...-Susurró.

Acto seguido dio una fuerte patada a las rodillas y los codos de Nayeli para que no se moviera y comenzó a desatarla mientras ella lloraba sin parar y suplicaba a Adahy que no le hiciera aquello, que podía hacer con ella cualquier cosa menos esa. Mas Adahy le dio un bofetón, dejándole la mejilla aún más amoratada si se podía.

Una vez que desató por completo a Nayeli, la tiró al suelo delante mía boca arriba, cortó su sujetador con un cuchillo y yo aparté la mirada rápidamente, no quería ver aquello porque me hacía sentir todavía más impotente si se podía. ¡Tenía que hacer algo y no sabía cómo! Adahy jugueteó con el cuerpo de Nayeli mientras ella gritaba y lloraba sin parar, inmóvil en el suelo por los golpes de Adahy.

Apreté la mandíbula en el momento en que Adahy se hundió en el cuerpo de Nayeli. No estaba mirando, pero por los gritos de ella lo supe. Me sentía incómodo, cohibido, rabioso e impotente, sobre todo impotente.

Finalmente, Adahy terminó con su cometido y, en ese momento, una fuerza sobrehumana me sobrecogió. Me sentía poderoso, la rabia y el dolor se habían apoderado de mí, y me sentía capaz de todo. Aprovechando que Adahy yacía exhausto sobre el cuerpo de Nayeli, separé los brazos del cuerpo lo más rápido y fuerte que pude y me deshice de la cuerda que tenía en mi pecho y en mis muñecas, rompiendo los reposabrazos de la silla.

Desaté las cuerdas de mis tobillos y, cuando estuve de pie completamente, Adahy me miró asustado y sorprendido. Fruncí el ceño ante él y apreté la mandíbula, jamás me había sentido igual de poderoso y rabioso a la vez.

Raudo como la luz, corrí a la mesa en la que estaban mis armas, las cogí y, para cuando estuve listo, Adahy se encontraba frente a mí con una pistola en las manos, apuntándome con el cañón.

The Rests Of Her Soul ~Connor Kenway X Oc~Where stories live. Discover now