UNA Y MIL NOCHES DE AMOR

Conociendo al prometido parte III

Créditos:
Eliset: portada

Los personajes pertenecen a
Rumiko T.

Universo alterno

Sin fines de lucro.

Derechos reservados.

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Él la miraba detenidamente y ella solo replicó a la pregunta tácita.

- No, no me quejaré.

Mirándola solo agregó.

- Si hubiera revisado Dharein de frontera a frontera, no habría encontrado a una novia tan conformista y sumisa.
Declaro con suavidad.

- Pero te advierto qué, si resultamos ser incompatibles, me divorciare de ti.

Aome pensó en esa posibilidad. En qué podrían ser compatibles? La intimidad con la amenaza de tiranía doméstica latente en todos sus comentarios.

-Tampoco dices nada a eso?
Urgió con voz ronca.

-Estas conforme con tú futuro?

- Lo estás tú?

Aome se encontró con una mirada hipnótica que le provocó una curiosa tensión en el interior. Eso la incómodo.

- Acaso podría ser inmune a la deslumbrante belleza que posees?

Su sonrisa fue atemorizante.

Sin duda eso era parte del encanto mencionado por su madre, pero no significaba nada para Aome . Cuando Sesshomaru la vio por primera vez, no hubo admiración ni calidez en el frío escrutinio al que la sometió.

- Debo confesar que no estoy de acuerdo con que el Oriente y el Occidente se reúnan en matrimonio.
Añadió con suavidad.

- Te tratare con consideración y respeto, pero no alterare mi ritmo de vida. Así que la adaptación requerida tendrá que ser toda tuya . Quiero que me despido tu palabra de que te sientes a la altura de éste reto.

De la nada, Aome fue asaltada de la sospecha más extraña. Acaso quería que lo rechazara? Pero de seguro, un rechazo de esa naturaleza representaría una terrible humillación para alguien de su raza y posición . Aome desechó la duda. Sesshomaru intensificaba todos sus temores y ella se imaginaba ya en un país extraño, obligada a seguir extrañas costumbres, a merced de un esposo que no aria ninguna concesión.

- Hare lo que pueda.

Murmuró y lo odió con todo su ser por aumentar su miedo a lo desconocido. Sesshomaru definía una existencia que la aterraba.

- No puedo pedirte más. Sólo espero que los sacrificios no te parezcan excesivos. Como ya te dije la naturaleza de nuestra relación futura, no tiene objeto que prolonguemos este encuentro.

Sus ambares ojos solo observaron la perplejidad de la joven.

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Corto lo sé pero espero les este gustando la historia, regalenme una estrellita y un comentario si les está gustando .

Disculpen la ortografía.

SALUDOS.