Revelaciones

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El despacho de Uriel tenía una vista al jardín exterior impresionante y única que me dejo embobada, tanta era mí fascinación que no note que Uriel me estaba hablando hasta que me paso su mano frente a mis ojos y fue cuando reaccione.

--¡Oh! Lo siento es que tienen un hermoso jardín –dije con una gran sonrisa pues en el jardín había muchas rosas de diversos colores, pero las que más me gustaron fueron las de color azul.

--Me alegra que te guste, pero toma asiento por favor –me indico una silla frente al escritorio, en la cual procedí a sentarme y él se sentó en la silla de alado.

--Entonces qué fue lo que le paso a tu hermano –le pregunte sin rodeos.

--Él fue enviado en una misión de categoría Z, eso quiere decir que es una misión de alto riesgo –me dijo viéndome a los ojos como para saber si lo seguía en lo que me estaba contando, yo solo asentí de manera afirmativa y él prosiguió con su relato.

--Bueno el caso es que a esa misión mi hermano no fue el único al que asignaron sino también a sus dos mejores amigos, pues eran un equipo muy fuerte y equilibrado, ya que para esa misión necesitaban de los mejores y los más experimentados Guardianes.

--A que es a lo que se enfrentaron –pregunte con seriedad, cosa que sorprendió a Uriel.

--A una Quimera –me contesto estudiando mi reacción, su respuesta me dejo fría pues no creí que seres así existieran yo siempre pensé en ellos como seres mitológicos.

Pero lo que más me sorprendió fue mi propia reacción, pues cualquiera que hubiera escuchado eso se habría echado a reír por tal cosa o lo habría creído una broma, más sin en cambio yo permanecí serena y atenta al relato de Uriel, por su parte al ver que yo no salía huyendo y gritando como una desquiciada prosiguió con su relato. 

--Las Quimeras entran dentro de las criaturas más peligrosas para los mortales y por lo tanto deben ser eliminadas de inmediato. Pues si no son eliminadas de inmediato las bajas en los mortales son altas pues ellos son su fuente de alimento principal.

--Eso quiere decir que también se alimenta de algo más –pregunte seria captando la tensión en su voz.

--Si

--De que más

--De semidioses poderosos –esa respuesta me dejo en shock pues no la veía venir, aun así, me arme de valor y le pregunte.

--A que te refieres con poderosos –él me contesto sin rodeos y lo que me dijo me dejo en shock total pues ni en mis más bizarras pesadillas me habría imaginado que me dijera algo como eso.

--A personas como tú y tú hermano gemelo que son hijos de alguno de los Dioses mayores o de los Dioses Guerreros.

Un sorpresivo jadeo nos hizo voltear hacia la puerta y hay parado estaba mi gemelo con el rostro desencajado por la sorpresa, no lo pensé ni dos veces y me levante y camine hasta él y lo abrace con fuerza. Grande fue mi sorpresa cuando él se aferró a mí con todas sus fuerzas, pues estaba temblando de pies a cabeza así que tuve que tranquilizar a mi pequeño ángel, pues de algo estaba segura el escucho nuestra conversación y eso lo altero.

--Ze cálmate por favor, no te asustes yo estoy contigo y jamás dejare que nada malo te suceda si –le dije a mi gemelo mientras acariciaba suavemente sus cabellos plateados.
Permanecimos así por largo rato pues mi hermanito no dejaba de temblar y de un momento a otro empezó a llorar cosa que me alarmo bastante, pues mi padre y mi hermano mayor notaron la tensión que había y se acercaron a nosotros.

--Abril que pasa que tiene tu hermano –me pregunto Chris sumamente preocupado pues él siempre ha sido muy sensible sobre ver llorar a Ze y fue cuando algo hizo clic en mí cabeza y casi de inmediato muchas cosas empezaron a tomar sentido para mí por lo que decidí que ya era tiempo de que nos dijeran la verdad y simplemente me deje llevar por mis instintos y encare a Chris pues algo me decía que lo que Chris sabia cambiaria nuestras vidas para siempre.

Los Últimos Guardianes FénixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora