Secretos Al Descubierto

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A su madre como ya les dije la volví a ver cuando ella estaba entrando
en su último mes de embarazo, fue unos días después de instalarnos en Venecia. Yo recibí una notificación de que debía de presentarme en Atenas pues era de suma mportancia así que pensando que era cosa de trabajo preparé mi equipaje y el de Zac y partimos rumbo a Atenas.

Al aterrizar y bajar del avión grande fue mi sorpresa al ver a su madre en la terminal de llegadas esperando por nosotros cosa que de verdad no me esperaba.

--Chris que bueno que has venido –me dijo con una gran sonrisa

--Que sorpresa tan grande –dije algo sorprendido –es un gusto verte de nuevo también Charlotte

--Gracias y tu esposa no vino contigo –pregunto mientras buscaba a Kate con la mirada

--No ella murió tres meses después de que nos conocimos en el aeropuerto de Tokio –dije con tristeza

--Cuanto lo siento no lo sabía—dijo ella con tristeza

--No importa, pero dime que haces aquí –pregunte curioso –esperas la llegada de alguien

--No de hecho te esperaba a ti –contesto seria

--Pero como si tú no sabias de mi llegada –dije confundido

--De hecho si sabía de tu llegada pues yo fui quien te pidió venir con suma urgencia

--Pero para que, que es eso tan importante para hacerme venir hasta aquí –pregunte algo preocupado

--Es sobre el padre de mis hijos –dijo seria

--Que pasa con el –dije alarmado

--No puedo decírtelo aquí, no es seguro –dijo volteando a ambos lados –vamos a mi casa

Después de eso no dirigimos a su casa, era un pequeño departamento cerca del aeropuerto cosa que me sorprendió, pero no quise incomodarla preguntando él por qué. Una vez que nos ayudó a instalarnos nos sentamos en la pequeña salita de su departamento y ahí me conto que su padre era una persona sumamente celosa y que la tenía amenazada con quitarle a sus hijos si no hacia lo que él le dijera y …

--Ya basta –grité molesta y con lágrimas en los ojos –por un momento creí estúpidamente que esa mujer no podía hacernos más daño del que ya nos había hecho pero que equivocada estuve –dije con decepción e impotencia.

--Abril de que hablas pequeña –me pregunto Zac algo consternado.

--Así que lo averiguaste –dijo Uriel con un suspiro cansado

--No, pero me lo imaginaba –conteste mientras me levantaba del sillón y caminaba hacia la chimenea, una vez que llegue ahí me detuve y los mire a todos.

Sabía que el momento de decirles sobre los sueños había llegado y tal vez con eso obtendría todas las respuestas que necesitaba tenía que hacerlo de otra manera no podría proteger jamás a mi familia de esa loca.

--Hay algo que quiero decirles y tal vez con eso me puedan dar las respuestas que necesito –dije seria

--Hable sin temor princesa nadie va a juzgarla –dijo el chico que nos recibo en la entrada de la mansión –por cierto, me llamo Dante –dijo con una gran sonrisa

Los Últimos Guardianes FénixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora