Secrets [VK]

♥21♥

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-Narra Jungkook-

El sábado había llegado, el reloj marcaba las 8 de la noche, así que fui corriendo a vestirme.

Encontré unos pantalones negros ceñidos a mis piernas, con una camisa roja básica, y como no, la chaqueta de cuero.

-Mamá, ¿Sabes dónde están mis converse rojos?- Pregunté molesto. Siempre estaba cambiando mis cosas de sitio.

-Dentro del armario- Suspiré.

-Ya miré, ahí no están- Levantó la vista del móvil y me miró con recelo.

-Mira de nuevo- Fruncí el ceño.

-Que no están, miré todo con ojo de alcón- Se levantó del sillón dando pasos que daban miedo.

-Como yo vaya y estén, escondete- Tragué duro con miedo.

La seguí hasta el armario, abrió las puertas y... Zas

Como no, ahí estaban los estúpidos converse rojos.

Me miró molesta, cogió uno de los zapatos y me lo lanzó.

-¿¡Qué te dije yo!?- Intenté aguantarme la risa, pero no pude, pues María pegaba como una adolescente de 14 años.

Terminó riéndose ella también, porque es María ¿Qué esperan? No es una madre normal.

Después de un rato, salió de mi habitación.

Me puse los tenis y me eché perfume debajo de la oreja y en la muñeca, tal como decía mi abuela, así duraba más el olor.

El timbre sonó y cuando abrí la puerta allí estaba Jin acompañado de Namjoon.

-Bueno, ¿Nos vamos?- Asentí, cogí mis llaves y grité un "Me voy", el cual no fue respondido.

Llegamos al coche, y miré por la ventana como el cielo empezaba a oscurecer.

Namjoon tenía la típica música country puesta, mientras Jin Hyung le hacía caricias en la pierna.

Sí, Namjoon estaba conduciendo, un peligro para la humanidad, pero era el único que tenía carnet.

Cuando habían pasado 20 minutos, ya estábamos entrando a el bar.

Nos sentamos y pidieron una cerveza para cada uno.

-Y usted, joven, ¿Qué quiere beber?- Desvíe la mirada de aquel pequeño escenario que había, para ver al camarero. Nada mal.

-¿Tienen Coca-Cola?- Ladeó su cabeza.

-No nos quedan, ¿Te sirve una Pepsi?- Suspiré.

-Depende, ¿Te sirve dinero del Monopoly?- Jin se convirtió en la niña del exorcista y giró su cuello con brusquedad hacia mi.

-¡Jungkook!- Dijo dandome un suave golpe en el hombro. El camarero me miraba con cierta incomodidad, así que volví a suspirar y cansado respondí.