Secrets [VK]

♥22♥

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Entramos a su casa tomados de la mano, observando si había alguien ahí.

-¿Yoongi?- Dijo Taehyung rezando por no encontrar nada.

No hubo respuesta, y sonreímos.

Entramos a la que parecía su habitación y me tumbó en la cama.

Empezó a quitarme cada una de las prendas que tenía mi cuerpo.

Desabrochó mi camisa, para ver mi marcado abdomen y comenzar a besarlo, causándome suspiros.

Acarició mi torso y acercó nuestros rostros.

-Te amo demasiado...- Sonreí y le robé otro beso.

Mordí levemente su labio inferior, introducí mi lengua en su boca y la habitación se llenó de chasquidos.

No pude evitar soltar un jadeo cuando noté como la mano que tenía apoyada en mi cadera, se introducía en mi pantalón.

-Mgh... Taehyung...- Pareció gustarle por la sonrisa ladina que se le formó.

Empezó a acariciar mi miembro, quien no tardó en ponerse duro gracias al contacto.

Mis piernas se tambaleaban, Taehyung se encargó en unos segundos de dejarme completamente desnudo.

Por un momento me sentí intimidado gracias a su penetrante mirada clavada en mi cuerpo.

-Mierda, Jungkook... Ya te lo he dicho, pero eres malditamente hermoso...- Sonreí algo tímido y sonrojado.

-Tú no eres menos...- Respondí coqueto, causandole una risa nasal.

Cuando los dos estábamos desnudos, bajó a donde se encontraba mi pene, y sin previo aviso se lo metió a la boca.

-¡J-Joder!- Tuve que agarrarme a las sábanas de lo putamente bien que se sentía.

Primero mordisqueó sin fuerza mi glande, y después de un rato se la engulló completa a la boca.

Su cabeza sólo hacía el movimiento de subir y bajar, y mientras lo miraba cada vez me parecía más un sueño.

-Ah~ Tae... Mgh...- Apretó más sus labios para ocasionar más presión entre su boca y mi polla, causandome más placer.

-C-Como sigas así me voy a venir antes de tiempo...- Automáticamente dejó de chuparmela para comenzar a masturbarse frente a mis ojos.

Cuando los dos estábamos bien calientes ya, agarró un condón y se lo colocó.

Me miró con cautela, suspiré algo nervioso, sentimiento que desapareció en cuanto comenzó a besarme el cuello de nuevo.

-Te amo...- Reí bajito y le acaricié la mano.

Sentí la punta entrando y lo miré con una sonrisa aún.

Éramos solo él y yo ahora.

Solo él y yo.

Entró de golpe, consiguiendo sacarme un agudo gemido.

-Me encantan tus gemidos...- Nuestras inexpertas manos solo sabían acariciar y tocar que tacto tenía nuestros cuerpos.