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Toqué una vez el timbre, resonó en toda la entrada.

Oí pasos y acomodé mejor mi cabello.

La puerta se abrió.

-¿Hola?- Salió un señor, algo canento. Supuse que era el padre de Taehyung, aunque no se parecía en nada a él.

-Hola... Soy... Un amigo de Tae, él me invitó a venir.- Dije con mi mejor sonrisa.
El señor me observó con los ojos entre cerrados.

Se vio interrumpido por alguien que estaba tocando su hombro.

Gracias dios, lo estaba pasando mal.

-¡Hola, Tae!- Saludé recibiendo una sonrisa de su parte.

Agarró mi mano y subimos corriendo a la que parecía ser su habitación.

-¡Cuidado con lo que hacen, no armen jaleo!- Exclamó aquel señor desde abajo.

-¡Prometemos que no, gracias por dejarme pasar!- Respondí para que se quedara tranquilo.

Cuando me puse a observar el cuarto... Era tan... Era tan Taehyung...

-¿Cuántos peluches de patitos tienes?- Pregunté riendo.

Con sus manos me hizo el 2 y el 3

-¿¡23 peluches!?- Asintió sonrojado.

Me carcajeé. ¿Cómo podían gustarle tanto los patos?

-¿Qué es lo que tanto te llama la atención de ellos?- Desvío los ojos y se encogió de hombros.

El padre entró, no sin antes golpear la puerta.

-Taehyung, ¿subo algo de comida?- Le dijo en lenguaje de señas, y hablando a la misma vez.

Taehyung asintió y le dijo algo en aquel lenguaje, el cual no sabía utilizar, sacándole una carcajada al padre.

Luego de un rato subió con cereales, golosinas y galletas en forma de... Patitos...

-Muchas gracias, señor- Agradecí haciendo una reverencia.

-¡Oh, no te preocupes, y llámame Sook!- Se fue sonriendo.

-Taehyung... ¿Hablas en lenguaje de signos con tu familia?- Asintió comenzando a probar las galletas.

-Yo... Yo no sé hablar eso...- Negó con su cabeza y se encogió de hombros.

-¿No te importa? Casi nunca puedes aportar nada en nuestras conversaciones...- Me miró con un semblante serio.
Fue a buscar una libreta y un lápiz.

"No me importa"

Esbocé una sonrisa.

-Si te sientes incómodo me puedes decir... Buscaremos otra forma para que puedas hablar- Dije animadamente, aunque eso no iba a parar mi nuevo objetivo...

Asintió convencido.

Se levantó y encendió la música.
Se volvió a sentar y sacó un blog que parecía ser de... ¿Dibujo?

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