Cap. 1

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Los años pasaban, y todas las mañanas Estoico se levantaba temprano para ir a la habitación de Hipo, la cual estaba tal y como la había dejado, siempre se preguntaba lo mismo
-¿en qué momento decidiste irte?, ¿ qué fue lo que te sucedió?- a pesar de los años y de el millón de posibles razones que rondaban en la cabeza de Estoico, nunca supo la verdadera razón de la ausencia de Hipo, no sabía si estaba vivo o muerto, simplemente no quería pensar en ello.

La mañana continuo en berk, todo normal, un ataque matutino con dragones, bocón en la herrería y el pueblo defendiendo su isla, nada fuera de lo común.

Patán: vamos Astrid, ya dime que si- decía sin dejar de mirar a Astrid, el resto de los chicos solo los veían divertidos

Astrid: prefiero ser devorada por los dragones, antes que salir contigo- dijo mientras ponía su hacha frente a la cara de patán y lo miraba con furia para después marcharse en dirección al bosque

Los gemelos solo soltaron una sonora carcajada

Patapez: Patán, las posibilidades de que Astrid acepte salir contigo son escasas- dijo algo temeroso

Brutilda: que te hace creer que en estos últimos 5 años Astrid de pronto decidirá salir contigo- dijo en un tono obvio

Patán solo los miro molestos y continuo con su camino
*
Estoico se encontraba en el gran salón con la mirada perdida en algún punto en el mapa que estaba sobre la mesa

Bocón: Estoico- dijo acercándose lentamente mientras ponía una mano sobre el hombro de su amigo- el ya no esta ahí afuera - dijo muy seguro

Estoico: sigo sin entenderlo Bocón, ¿ qué fue lo que pasó? - dijo sin despegar la mirada del mapa

Bocón soltó un suspiro pesado- Estoico, no puedes culparte de algo qué pasó hace mucho- no termino de hablar cuando fue interrumpido

Estoico: tal vez el siga ahí afuera Bocón - dijo golpeando la mesa con fuerza, mientras dirigía su mirada en dirección a Bocón, habían pasado tantos años, años en los que a pesar de una ardua búsqueda no hubo rastro del paradero de Hipo, ni una pista, ni un cuerpo, nada, Estoico tuvo que hacerse a la idea de que probablemente tendría que enterrar recuerdos, recuerdos que en su mayoría, no eran placenteros.

*
Astrid se encontraba en el bosque lanzando su hacha contra cualquier cosa que se le pusiera en frente, la noche estaba por llegar, poco le importaba, se sentía tan cansada de Patán, quien a pesar de tantos años de rechazo aun se dignada a intentarlo, su corazón no le pertenecería a nadie, nunca, solo a ella, solo una vez se permitió ver a alguien, y sabía bien que no era muy buena eligiendo, claro era el ejemplo de Hipo, si , tal vez ella había decidido mirar en su dirección, pero simplemente no podía evitarlo, solo tenia 13 años la primera vez que sintio ese revoloteo en el estomago y no le gusto nada el por quien fue, no se permitió sentir nada por Hipo en ese tiempo, y de verdad agradecía que el no estuviera aqui en esos momentos, no podía imaginarse a ella misma junto a Hipo, si, soñaba con lo que sentiría al sostener su mano, o al ver sus ojos fijamente, se imagino incontables veces, enredando sus brazos sobre su cuello para besarlo, se quedó con ganas de la sensación de enredar sus dedos en su cabello, de sentir el calor de sus abrazos, el de escuchar su voz, escuchar sus sueños y miedos, todo eso fue lo que no se permitió sentir, y sinceramente, una mujer como Astrid jamás se dejaría doblegar por ningún hombre, no le gustaba la idea de pertenecerle a alguien, o de pedirle algo a alguien, le molestaba la idea de entregarse a alguien, a alguien que no fuera Hipo, esto ultimo aun golpeaba la cabeza de Astrid, quien luchaba para ocultarlo de si misma, la idea de admitirlo le hacia creer que la convertiría en alguien débil, en alguien deseosa, de alguien que necesita de la compañia de otro ser humano, el hecho le aterraba, pues sabía que su corazón era débil, y una vez que elegía a alguien, le entregaba todo, y aun que agradecía abiertamente la ausencia de Hipo, nunca quiso que algo malo le pasara, fantaseaba con que el se encontrara lejos, bien, pero lejos.
Astrid caminaba en dirección a la aldea, ya estaba lo suficientemente cerca cuando escucho el desastre que se presentaba en berk, Astrid se acerco corriendo lista para enfrentarse con cualquier dragón

La batalla era mas complicada que cualquier otra, Astrid al igual que el resto de berk se encontraban muy cansados, era una lucha nefasta, era pesada, los dragones parecían no tener fin

- necesito ayuda por aquí- grito un aldeano de berk, Astrid no dudo en correr a su dirección y evitar que se llevaran a las ovejas, al llegar un gran dragón se encontraba sosteniendo varias ovejas con sus patas, Astrid lanzó su hacha en dirección al dragón, para después dar un salto para soltar a las ovejas de su agarre, el dragón tomo con sus garras a Astrid y empezó a volar, Astrid no se sintió temerosa sino hasta que escucho el ruido característico de un furia nocturna, quién de un disparo hizo que cayera , algo la sujeto del pie poco antes de que ella tocara el piso, astrid giró su vista y vio lo que creyó ser un furía nocturna sujetándola, estaba aterrada, finalmente la dejo en el suelo y continuo con su vuelo, Astrid estaba en shock, ¿por que rayos un dragón le había salvado de una muerte inminente?, ¿ eso fue un furia nocturna?, hacía años que no se veía ninguno por berk

*
El rumor en la aldea corrió rápido, el furia nocturna había regresado, todos estaban aterrados
*
No muy lejos de ahí se encontraba Hipo, recostado sobre el lomo de su amigo mientras volaba, el hecho de haber regresado a berk le había movido muchos sentimientos, sabia que no podía regresar, ese ya no era su hogar, pero no podía, simplemente no podía no volver,

Hipo: vamos amigo- dijo dando la vuelta

Hipo observaba de lejos berk, tan tranquilo, tan sereno, un escalofrío recorrió su espalda, estaba melancólico, su corazón latía con fuerza contra su pecho, hacía 5 años, 5 años desde la ultima vez que piso berk, durante todo ese tiempo jamas le cruzó por la cabeza la idea de volver, Hipo se sentía tan bien con si mismo que la idea de regresar a donde una vez la frustración fue su día a día, le causaba una gran molestia, pero ahí se encontraba la noche anterior, tan adentrado en sus pensamientos que no noto que ya se encontraba por berk cuando vio a una rubia en problemas, y ahí se encontraba ahora, horas después del ataque

-Fuego- escucho gritar a lo lejos, lo que le saco de sus pensamientos, el impacto hizo que Hipo cayó de chimuelo, sin dudarlo activo su traje de vuelo para llegar al piso, por su parte chimuelo  cayó justo en berk, todo paso tan rápido que Hipo no supo si era miedo o adrenalina, tal vez una mezcla de ambas, pero se apresuro a llegar con chimuelo a quien tenía totalmente sometido, los vikingos lo sostenían con fuerza, evitando que se les escapara, Hipo llego con rapidez de algun lugar entre los arboles, dispuesto a salvar a su amigo, el único inconveniente era "¿ quien lo salvaría a el?"




Musa♤

El Regreso ( CEATD)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora