Cap. 59

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Hermes: lamento mucho escuchar lo de tu padre- dijo mientras se pasan una mano por la frondosa barba color negro mientras que la otra la ponía sobre el cinturón que llevaba

Hipo sólo lo miro inexpresivo

Hipo: no te hubiera molestado si no necesitará de tu ayuda

Hermes: puedo entenderlo- hizo una leve pausa - pero el hecho de que te ayude en esto no significa que no me moleste la forma en la que destruiste el corazón de mi hija, nunca volvió a ser la misma

***
Hipo trabajaba en la herrería acompañado de Bocón y Brutacio quien aprovechó para hacerle unos ajustes a su silla de montar, no había más ruido que el de el metal golpeando el acero incandescente, el crujir de la madera en el fuero y uno que otro murmullo de los vikingos del pueblo, en general era un día tranquilo,

Astrid: buenas tardes- dijo en tono alegre entrando por la puerta

.Que tal Astrid - dijeron los vikingos

Astrid: les traigo esto- dijo mientras ponía una caja llena de armas de batalla- necesitan reparación- dijo soltando un suspiro mientras colocaba una mano en la cintura

Hipo: Esta bien, yo me encargo- regalando le una leve sonrisa, Astrid se acercó a Hipo quien se veía algo concentrado

Astrid: que te dijo Hermes- dijo en tono bajo y suave mientras colocaba una mano en su hombro

Hipo: haa ya sabes...sigue molesto por lo de su hija pero nos ayudará y es lo único que importa- dijo sin dejar de observar unos planos que tenía enfrente, Astrid sólo se limitó a ver cada línea de su rostro mientras que con la otra mano jugueteaba con su cabello, sabía que no debía distraerlo pero unos minutos no dañarían a nadie.
Todo seguía muy tranquilo hasta que el silencio fue interrumpido por un silbido agudo, que se acercaba cada vez más y más

¡POR ODÍN!- una voz grito desde afuera de la herrería, llamando la atención de todos- NO ME LO CREO, TE VEZ INCREÍBLE- exclamó para después soltar un grito bastante molesto

Hipo: Dorothea- dijo apenas en un tono audible, no se sabía si en su voz había sorpresa, miedo, desagrado o molestia, puede que todas las anteriores, y su rostro lo reflejaba

Dorothea: mi cielo, cuanto tiempo- dijo en un tono asquerosa mente lento, lo suficiente como para saborear cada palabra

Todos se quedaron boquiabiertos, en 1ra por que no sabían de la existencia de Dorothea y 2da por la forma en la que llamaba la atención

Hipo:¿ q-qué haces aquí? - dijo esperando que aquello fuera sólo obra de su imaginación

Dorothea: daaa, mi papi y toda la aldea están aquí- dijo en forma obvia y dió un par de pasos para entrar en la herrería, al entrar rodeó con la vista el lugar y se topó con Brutacio a quien vio como si fuera una pieza de carne, y no precisamente por que quiera comérselo, simplemente por que esa era su forma de ver al sexo opuesto, después vio a Bocón con quien disimulo un poco, pero no lo suficiente después con una sonrisa triunfal en el rostro se dirigió nuevamente a Hipo, sólo que está vez noto la presencia de Astrid, cosa que causó una mueca inmediata en su rostro - y tu eres...? - dijo viendo la de arriba a abajo, su desprecio era evidente y no por simple hecho de ser mujer, si no por que noto la cercanía entre Hipo y Astrid
Astrid no se quedó atrás y de tres pasos largos ya se encontraba frente a ella

Astrid: general Hofferson... para ti- dijo extendiendo su mano, Dorothea lo dudo pero lo tomó, Astrid apretó fuertemente su mano, cosa que hizo soltar una mueca a Dorothea, finalmente Astrid se dió la vuelta y se acercó a Hipo- te veré más tarde - dijo acercándose a Hipo para finalmente robarle un beso, al cual Hipo no se negó- nos vemos- levantó la mano y salió como una vencedora

Dorothea tenía las mejillas rojas por el enojo, pero a esa mujer nada la hacia lucir mal, al contrario todo le favorecía

Dorothea: ¡Hipo!- dijo en tono de reproche mientras cruzaba sus brazos-¿ quién era esa ?- dijo ofendida

Hipo: es Astrid, mi novia- dijo mientras seguía con la mirada clavada en los planos, tratando de evitarla por completo, Dorothea no emitió ningún tipo de sonido, lo que le hizo creer a Hipo que se había marchado pero una mano tomó su mentón y le obligó a girar su rostro, topándose con el de Dorothea, hacía mucho que Hipo no la veía, sus facciones de niña habían sido reemplazadas por unas de mujer, sus pecas se habían difuminado, haciéndola lucir como una pieza de porcelana

Dorothea: si que te gusta complicar lo nuestro - dijo mientras se acercaba con la intención de robarle un beso, Hipo se enderezo rápidamente y dió un paso hacia atrás

Hipo: no hay un nosotros - dijo marcando cada palabra para que entendiera, como si ese fuera el problema

Dorothea: aún- dijo en tono coqueto mientras se acercaba a la puerta, una vez ahí, se dió media vuelta y sin despegar sus ojos de los de Hipo, beso la palma de su propia mano lentamente para después mandarle el beso, ladeo la cabeza un poco y finalmente se marchó del lugar.

El golpe que Hipo le dio a la mesa hizo regresar a la realidad a Brutacio y Bocón quienes estaban en shock

Bocon:¿ Qué fue eso?- dijo soltando una risilla

Hipo: un dolor de cabeza- dijo tallándose las sien

Brutacio: no me importaría lidiar con ese dolor- dijo con malicia

Hipo: no sabes lo que dices, pero adelante, es toda tuya - dijo negando con la cabeza








MUSA♤

NO SE QUE DECIR LES MÁS QUE UN "LO SIENTO MUCHO", PASARON BASTANTES COSAS QUE ME IMPEDÍAN ACTUALIZARA A DIARIO, ADEMAS DE QUE NO TENÍA NINGÚN CAPÍTULO ESCRITO, PERO YA NO LES HARÉ ESPERAR MÁS , YA TENGO TODOS LOS CAPÍTULOS, Y NO FALTA MUCHO PARA QUE TERMINE, POR HOY SOLO LES DEJO 1, EN ESTOS DÍAS SUBIRÉ 1 O 2, PERO ESO SI, ACTUALIZARE DIARIO

XOXO

El Regreso ( CEATD)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora