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Observe una vez más el salón de castigo casi vacío, sólo había dos personas allí pero una de ellas estaba dormida y la otra no contaba por el simple hecho de ser Park Sooyoung.

Por mas que no pienso comentar esto con nadie, no puedo negar que mis sentimientos son como una montaña rusa si se trata de Joy, desde que volvió a mi vida siento como si ahora todos mis pensamientos le pertenecen.

Obviamente Sooyoung no iba a creer tan fácil que le causaba rechazó a alguien y menos si ese alguien era yo. Para mi desgracia, no iba a rendirse tan facil.

-¿Y ahora qué quieres?- Hice una mueca de cansancio al ver a Joy moverse hasta el banco frente a mi.

-Tranquila. Vengo en Som de paz.- Sonrió haciendo que tuviera que apartar la vista para no sonreír también.

-Lo dudo.- Hable concentrada en mi cuaderno.

-¿Puedo preguntarte algo?- Continuó hablando la mayor.

-No.

-¿Por favor?- Trató de decir con la voz más tierna que tenía.

Solte un largo suspiro entendiendo que no me iba a dejarme en paz hasta hacerme la estúpida pregunta así que simplemente levante la vista esperándola.

-¿Puedes olvidar que me odias por un segundo y aceptar salir conmigo?

Mi corazón dejo de latir por un segundo para después aumentar su ritmo cardíaco, la mirada penetrante de Joy sobre mis ojos no ayudaba en absoluto.

-¿D-disculpa?- Apenas logré preguntar.

-A modo de compensación, por las molestias.- Tal vez era mi imaginación pero sentia a la mayor cada vez más cerca.

-No hace falta...- Baje la mirada pretendiendo volver mi atención al cuaderno.

-Intento ser amable, por favor.- Sin poder evitarlo, movió su mano hasta posarla sobre la mia logrando que un escalofrío me recorriera.

-Sooyoung...- No estoy segura si sono en tono de reproche o sorpresa.

-Yeri.- Sonrió mirándome directo a los ojos.

Eso fue todo. Mi cabeza gritaba que no aceptará la invitación pero apenas podía oírla con los latidos freneticos de mi corazón sonando en mis oídos, sin nombrar que aún no soltaba mi mano ni dejaba de mirarme con su linda sonrisa.

-Yo... yo...- De repente había olvidado como pronunciar palabra.

Justo cuando pensé que iba a morirme de un ataque al corazón en mitad del salón de castigo con Park Sooyoung sosteniendo mi mano, la campana indicando que al fin éramos libres retumbo por todo el lugar haciéndome reaccionar de repente.

-Debo irme.- Me libere de su agarré y junte mis pertenencias en tiempo récord para prácticamente salir corriendo del aula.

No me atreví a volver mi vista y observar a Joy por última vez, pero estaba segura de que no me iba a gustar su expresión.

i hate u ; joyriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora