-¿Y?
Seulgi me abordó a primera hora del lunes con su sonrisa expectante y sin duda con más emoción de la que yo cargaba.
-¿De qué hablas?- Mi voz sonaba mas apagada que cualquier otro día, apenas le preste atención mientras continuaba caminando a mi primera clase.
-¿Cómo que de que habló? ¿Estás tomándome el pelo?- Me miró confundida, le devolví una mirada rápida.- Bien, entiendo. Estas castigandome porque siempre estoy enterada de todo y no vas a contarme nada al respecto pero estoy segura de que todo salió bien y que incluso Joy te trajo a la escuela está mañana.
Oír su nombre me hizo sentir una presión en el pecho de repente, había estado evitando incluso pensar en el tema durante todo el fin de semana.
-¿Qué te ocurre, Yeri?- Seulgi cayo en cuenta de que no era ninguna broma y me miró preocupada mientras tomaba mi hombro para detenerme.
-No le he dicho nada.- Informe cabizbaja.
-¿Por que no?- Se notaba la decepción en su voz. Me encoji de hombros.
-Recordé quien es realmente.
No era una mentira en absoluto. Verla con Jaebum me remonto de vuelta a ese pasillo donde rompió mi corazón y recordé lo horrible que me sentí gracias a ella.
A pesar de que si me dolía ver al chico que me gustaba besar a alguien más, realmente lo que me afecto fue el hecho de que a Joy le importaron una mierda mis sentimientos y el secreto que acababa de contarle. Siempre tuve la esperanza de que se acercará de vuelta a mi y me ofreciera una disculpa al menos pero eso ni siquiera pasó.
A esa escena le siguieron encuentros mínimos en los que Sooyoung actuaba como si nunca hubiera sido mi amiga, atacandome con chistes estúpidos. Me alegraba por un lado porque me ponía tan furiosa como para olvidar lo mucho que me había dolido.
Afortunadamente pude recordar todo esto antes de la estúpida declaración que tenía pensado hacer, ya me había lastimado una vez y nada le impedía volver a hacerlo, definitivamente no iba a exponerme asi delante de ella.
Creo que eso es lo que me tiene tan mal, me permití creer que existía la posibilidad de que me correspondiera cuando eso nunca podría pasar, probablemente le siga gustando Jae y solo se ha estado burlando de mi estos días.
Seulgi debio notar mi mala cara y me dejo en paz por el resto del día, probablemente le comento algo a las demás porque ellas afortunadamente tampoco me presionaron a hablar ni nada por el estilo.
Estúpidamente había aceptado que sería un día tranquilo para cuando la última persona que quería ver hoy se apareció en mi camino.
-¿Por qué esa cara tan larga, dulzura?- Bromeó sonriente mientras comenzaba a caminar a mi lado.
-No estoy de humor.- Ni siquiera voltee a mirarla.
-¿Sucede algo?- Dejó atrás las bromas y me miró seria. No iba a creer que estaba preocupada por mi ni por un segundo.- ¿Yeri?
-Nada.- Contesté seca mientras comenzaba a caminar más rápido hacía la salida dejándola sola a mitad del pasillo.