Era un día cálido y la brisa fresca de la primavera podía casi verse a través de la ventana.
Las clases habían transcurrido con naturalidad mientras yo solo podía concentrarme en cuanta hambre tenía.— ¿Por qué tan serio Otabek? Pronto será la hora de salida. No tienes que poner semejante cara de aburrimiento.
Le sonreí levemente a Andrey y aparté mi mirada, de nuevo, dirigiéndola hacia fuera de la ventana.
Ese día había tenido que racionar mi dinero evitando la hora del almuerzo y me urgía salir a comprar cualquier cosa para probar alimento tal como habían sido los últimos meses desde la muerte de mi padre.
Mi madre, mi hermana y yo, habíamos tenido que sobrellevar los gastos de la casa y unas cuantas deudas. Incluso yo estaba en búsqueda de trabajo, pero era difícil conseguir algo mientras siguiera estudiando y me tenía que limitar a hacer encargos a algunos puestos y restaurantes.— ¡Otabek!... nos acompañarás a la casa de Masha ¿Cierto? Será una especie de fiesta improvisada
Una vez había sonado el timbre de salida, mis amigos y yo nos dirigimos a la entrada. Ellos estaban enterados de mi situación y solían decirme que necesitaba relajarme también.
—¡Sí vamos! ¡Hoy no tienes nada que hacer! La vida es corta y tú, mi amiguito, deberías aprovechar tu juventud al menos unas cuantas veces.
Estaba considerando seguir a Ira y Andrey a tal fiesta solo para evitar que continuaran insistiendo y porque esperaba poder comer algo por ahí, cuando de repente, al levantar el rostro, vi junto a los pilares de la entrada al personaje más sospechoso que había visto jamás en mi vida.
Un ser vestido con una gabardina beige muy larga, botas negras de caña alta, una ushanka* en plena primavera tardía, lentes obscuros y una bufanda de satín negro. Parecía un personaje de caricatura y no pude evitar soltar una carcajada al descubrir aquel mechón rubio que apenas sobresalía y revoloteaba con el viento.
—Lo siento chicos. Quizás la próxima vez, acabo de recordar que hoy tengo un encargo también.
Antes de permitirles quejarse, me eché a correr hacia aquel personaje con ropas tan exuberantes y, al ver su reacción tan nerviosa, lo salude desde lejos de la forma más amable posible para evitar que se echara a correr.
—¡¿Q-Qué quieres?!
—Esa no debería ser una pregunta que tú me deberías hacer a mí
—¡¿Yo vine a espiarte si?! Solo no esperaba que me descubrieras así de fácil.
—En la próxima ocasión deberías de usar ropa menos vistosa— Le insinué esperando como respuesta que no habría próxima vez o algo parecido.
—Es inevitable.
—¿Qué quieres decir?— Me sorprendió la honestidad con la que contestaba. Incluso hace unos momentos cuando me dijo directamente que me espiaba.
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° R É Q U I E M ° | Yuri On Ice | Au Vampiros
VampirosUna triste vida solo puede acabar en tragedia. Nada importa si siempre fue así. Sin embargo... ¿Si tan solo hubiera una esperanza de ser feliz, destrozarías esa esperanza o dejarías que ella terminara contigo? La historia de un hermoso chico llamado...