Santiago.
La casa sufrió un gran cambio desde que Juan se fue a vivir con su novia, de por sí las cosas estaban siendo diferente en la vida de todos, nuestra relación de amistad estaba perfecta pero era inevitable para todos no sentir ese cambio, Lupe y yo no estábamos casi en todo el día y en la semana íbamos muy pocas veces a dormir, el fin de semana nos la pasábamos con Aitana y los días laborales y complicados, yo lograba arreglarme con mi mamá y mi novia por mi hija, si bien pudimos arreglar las cosas con Caro, no quería dejarla a su cuidado, primero en principal porque quizás estaba abusando de esa confianza que le daba y segundo, Aitu y Lupe estaban construyendo su relación aparte de mí y nos servía y ayudaba muchísimo a los tres.
Yo no quería comentar a nadie mis planes de convivencia con Aitu, pero el martes cuando pasé un ratito antes de irme a la facultad, la sentí tan vacía e intacta que fue muy extraño, todo estaba limpio y acomodado, Lupe no estaba haciendo de las suyas y los grandes apenas podíamos estar, Caro trabajaba y Lucho llegó un rato antes de irme, por lo que me quedé a tomar sus mates y para tiempo como hacía mucho no hacíamos.
— ¿Lupe está con tu mamá?
—Sí, Aitu también tiene facultad y vuelve tarde, así que seguramente me pase a buscar y de ahí a Lupe.
—Ya me estoy acostumbrando a verlos pocos.
— ¿Es raro no? Desde que se fue Juan parece como si nos fuimos todos.
—No todos pero vos y Lupe están re poco acá, y se siente esa tranquilidad antes inexistente. —se rió Lucho pasándome un mate. —igual me parece bárbaro que estén en la suya, me gusta que ella quiera estar con tu novia, eso significa que se quieren.
—Sí se re quieren, era lo que más me importaba.
—Por eso, y con Caro... bueno no sé qué le pasa por la cabeza, mirá que trato de preguntarle qué onda, qué piensa pero ni ahí larga algo.
—No sé qué es lo que espera, porque puedo entender que no la quiera a Aitu pero ni siquiera la conoce, no le da la oportunidad, ella dice que es porque gusta de mí pero en tanto tiempo me suena raro.
—Yo también lo pensé pero después me di cuenta que no es eso, para mí está celosa porque Lupe está fanatizada con Aitu, y ella era la única con la que dormía y tenían tanta confianza.
—No me gustaría que termine todo mal... y te lo digo a vos porque sé que no vas a tirarme mala onda y de paso para que vayas sabiendo, pero tenemos ganas de irnos a vivir juntos.
—Ay ¿en serio otros que me dejan? —fingió su llanto y yo me reí palmeando su hombro en consuelo. —bueno igual ya me siento preparado, me alegro San... es buena idea.
— ¿No te parece que es rápido?
—Capaz lo normal sería que mínimo pasen el año de novios, pero está bien... si se quieren y están intentando formar una familia los tres, me parece genial.
—Eso es lo que más me gusta de todo esto, pensar en poder formar mi familia y sí, los dos somos jóvenes pero yo ya tengo a Lupe y Aitu se pone a mi par con esta idea, piensa conmigo y tira para el mismo lado, por eso quiero intentarlo.
—Eso es bueno, encontrar a alguien que tire para el mismo lado que vos, a esta edad, no es tan fácil, te lo digo yo que estoy en la nebulosa con Pilar.
— ¿Y eso por qué?
—No sé es más rara, un día quiere que vaya a comer con la familia, al otro dice que es muy rápido, de repente quiere conocer a mi mamá, después se le pasa... y así me tiene.
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Más de Dos.
Teen FictionSantiago tenía pocos objetivos que cumplir en la vida para considerarse satisfecho, terminar el colegio, trabajar, terminar una carrera y seguir la línea de vida de cualquier chico de su edad, pero su plan se vio afectado cuando su novia, a los diec...