28.

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Santiago.

El amor era sincero, de verdad nos amábamos y queríamos una vida compartida, por lo que no se podía ni dudar ni esconder lo que sentíamos, pero era inútil ir a favor de eso si seguíamos viviendo con una mentira, fingíamos que estaba bien, que nos habíamos arreglado y podíamos hacer como si nunca hubiese pasado, sin embargo para ella no era así y por más real que sintiera sus besos, sus abrazos, su mirada en la mía, detrás de todo eso, su ex la seguía marcando, y mucho. Por mi parte lo intenté y sin su consentimiento traté de verlo de la forma que ella necesitaba, así no me lastimaba a mí y podía salvarnos en el caso que algo más nos quisiera derribar, pero los días siguieron pasando y en casa era como si no existiera Emiliano para nosotros, y para concluir me tuve que adaptar y enfocarme en lo que realmente me importaba, Lupe y su cariño cada vez más intenso hacia Aitana, el cual me preocupaba un poco por cómo sentía la situación, mi hija estaba atravesando una etapa donde se adjudicaba todo lo que pasaba a su alrededor y lo absorbía en la memoria para tenerlo como archivo y sacarlo cuando yo menos lo esperaba. El tema actual era lo que empezaban a hablar en el jardín por el mes en el que se festejaba el día de la madre, y a mí me citaron para debatir qué hacer con ello entre adultos.

—Estuvimos prestando mucha más atención desde que las señoritas llevaron el tema a la sala y notamos la ansiedad de Lupe por elaborar el trabajo.

— ¿A qué se refiere?

—Las señoritas les contaron a los nenes que vamos a preparar regalos para las mamás por su día, pero también es para las abuelas por aquellos que no la tienen o simplemente no viven con una mamá, pensamos que por los casos que tenemos y que no son pocos, las abuelas reciban este trabajo, sin embargo Lupe asume que tiene una mamá y cuando lo hablamos con ella, mencionó el nombre de una chica.

—Aitu. —le dije yo y la directora asintió, contuve el aire y exhalé en todo el tiempo que ella tardó en buscar algo en su carpeta.

—La nombre muchísimo, todo el tiempo está contando cosas de ella y desde que propusimos el tema del regalo, hace mucha más mención.

—Sí es que... bueno es mi novia y pasamos mucho tiempo con ella, de hecho estamos por convivir y Lupe tiene adoración, pero nunca me dijo nada que creyera que es su mamá.

—Los chicos son inteligentes, saben cómo tratarlo, las señoritas dijeron que iba a ser una sorpresa y por eso lo está ocultando, mire esto es lo que dibujó cuando específicamente le dijimos que podía ser su abuela. —dijo y me pasó una hoja con un dibujo que había hecho mi hija, eran mamarrachos pero se notaban claros los monigotes que intentó unir, uno más grande que el otro. En la inferioridad de la hoja, la maestra había escrito Atu y Lupe. —Cuando se le preguntó para nombrarla como suya, ella negó que era su abuela y nos dio el nombre de la chica... quien evidentemente está adoptando como imagen materna.

—No sé qué pensar... es una relación estable pero nunca le dijimos que podía ser como una mamá y tampoco lo preguntó, se tienen mucho cariño pero no pensamos en esto.

—En lo único que puede perjudicar a Lupe es el caso que usted termine esta relación y a ella le cueste entenderlo, porque obviamente los problemas de los grandes los chicos no los entienden de la misma forma, pero como es una relación estable según dice... me parece que sería bueno que lo hablen en casa y aclaremos las dudas.

—El día que hagan los trabajos por el día de la madre, y cuando los entreguen, ¿debería mandarla o no?

—Eso va a depender de lo que ustedes decidan, si fomentar lo que Lupe cree o... llevarla a la realidad, que no está muy alejada de lo cierto, es su pareja, es la imagen materna que tiene actualmente, ella sabe lo que es una mamá y por eso la adopta a su pareja como tal, y si eso está bien para ustedes... entonces nosotros actuamos en base a sus valores, de todas formas no sería la primera nena en el mundo que tenga una familia ensamblada, actualmente es mucho más normal de lo que se cree... más del cincuenta por ciento de su clase tiene padres separados o alguno no está presente... lo que yo sugiero es que lo hablen en casa y vuelva a venir para debatir sobre cómo proseguir de parte del establecimiento.

Más de Dos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora