La música del grupo Passenger con la canción The One You Love suena en mi oficina, la casa esta extrañamente tranquila. Tomó otro trago de mi whisky mientras miro las imágenes de mi boda, las estaba buscando por que forman parte de mi regalo de séptimo aniversario. Estas imágenes son especiales, son mis favoritas.
Planeaba hacer un vídeo con ellas, integrando también otras de la familia, aún faltaban meses para la fecha pero quería tener todo listo. Ya las había digitalizado sólo las estaba contemplando con tranquilidad.
El tiempo pasó demasiado rápido ya siete años de feliz matrimonio, bueno no voy a negar que tuvimos nuestros momentos de peleas y enojos, sin importancia. Pero nos ayudo la comunicación constante y el sexo de reconciliación.
Nuestra boda fue todo lo que queríamos en Brooklyn Winery, el lugar donde nos encontramos y enamoramos. Una boda en una antigua bodega en pleno Brooklyn, la sofisticación y elegancia o eso dijo la organizadora, se encontraban en este singular restaurante. Además queríamos una celebración sencilla e íntima.
Mis ojos vuelven a la fotografía en mi escritorio, en ella esta mi esposa bailando con su padre. El fotógrafo tomo justo el momento donde ella es girada por él con una enorme sonrisa en el rostro.
— ¡Papá!- Alexander mi pequeño torbellino entro corriendo, él llevaba puesto su pijama de batman lo que me hace pensar que ya es su hora de dormir. Había estado demasiado tiempo aquí.
— ¿Qué sucede Alex?- preguntó justo cuando él se desliza hasta llegar a mi escritorio.
—Samy dice que solo dormirá si tú la arropas- dijo él, poniendo los ojos en blanco ante la petición de su hermana menor por dos minutos.
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Ambos eran mellizos de 4 años, tan diferentes uno del otro. Mientras Alex hablaba como un mini adulto y era toda seriedad, físicamente parecido a mí, también amante de los súper héroes.
Samy aún tenía dificultades con pronunciación de algunas palabras, amaba más jugar al aire libre y con un genio idéntico a su madre, una mini copia de ella.
—Mamá lo intento pero no ha funcionado-siguió hablando mi peque.
—Bueno creo que es momento te tomar el relevo con tú madre.
Dije luego bebí lo último del vaso y apague la música.
Alex curioso como siempre se acerco a mirar las fotos. Las únicas imágenes de nuestra boda que él había visto eran las que teníamos en la sala.
—Esa es mi mami con el abu- dijo sorprendido luego la hizo a un lado para mirar las otras- está la abu también ¿por qué parece enojada?
Mire la foto que tenía entre las manos, era antes de la ceremonia. Ahora recuerdo la razón por la que ella estaba enfadada, ella es un poco tradicional así que nos hizo jurarle que no nos veríamos antes de la boda. Cumplimos la promesa por la noche y parte de la mañana, hasta llegar al restaurante, en cuando ambos llegamos fui directo hasta el espacio asignado para la novia. Una habitación dónde solo había un sillón y un espejo fuero testigos de mi quiebre, la folle sin control obviamente cuidando su vestido.
