Nueve

56 10 0
                                    

Me termino de ver al espejo mientras me cepillo los dientes.

Recuerdo lo qué pasó anoche y me molesto. Obviamente no me puse a llorar como una loca, arrepintiéndome de todo, solo cerré la computadora y me acosté a dormir, al fin y al cabo no es que sea muy importante ni que me afecte tanto.

Bueno, solo un poquito.

Respiro ondo y me preparo con mi sonrisa falsa para afrontar el día, nada me va a molestar y voy a actuar como nada.

Como todos los días, voy a mi cafetería favorita para encontrarme con la grata sorpresa de que una vez más, mi desayuno está pago.

-Te juro que estoy loco por decirte, pero de verdad que no lo sé.

-¡Por Dios! ¿Como no vas a saber quien paga mi desayuno? Es extraño, no solo que lo paguen, pero que sepan exactamente qué ordeno.

-Lo siento cariño.

Todo este anonimato me tiene cansada.

"Me encanta verte cuando te molestas al ver que te pago el desayuno. Solo ten un poco de paciencia y verás quien soy. "

Tomo un sorbo de mi Chai Latte y pongo rumbo hacia la escuela.

Al llegar parqueo en mi lugar, que por cierto pague 100 putos dólares para estar aquí en todo el año, y salgo para encontrarme con mi mejor amiga.

-Que no has visto a Shawn en Miami. Joder, está tan bueno.

-Cállate Cassie.- Bufó después de rodar los ojos.

Calma, sonríe y no te pongas gruñona.

-Buenos días para ti también amiga.

En esa entonces Matthew se acerca, con sus malditos jeans y su chaqueta de cuero. No entiendo como alguna vez me pudo gustar él.

-Hola cariño.- me sonríe. -¿Te parece si salimos hoy después de la escuela?

-Es la segunda semana de escuela Matthew, piérdete.

Mencionó tal ya que "salir" con él significa ir a tomar y "charlar de nuestras vidas" cuando realmente es otra de sus patéticas fiestas celebrando que sus padres están en el otro lado del mundo.

Aparte, no hemos salido hace mucho tiempo.

Cassie y yo nos alejamos ignorando lo que tenía que decir Matthew.

-¿Porque no estoy impresionada de que estes de mal humor hoy?

-No lo estoy, de verdad. Yo solo no pude dormir bien anoche. - Miento.

Me desconcentro un poco a las palabras de mi amiga y mi respuesta es un corto "si" sin saber de verdad que decía.

Las dos salimos en diferentes direcciones para nuestras clases.

Mi día se basa en clases en las cuales estoy pensando en Shawn, excepto en matemáticas, ahí se presté atención, de ninguna forma voy a perder esta clase este año.

Volver a casa significa volver a mi depresión y fastidio de recordar lo ingenua que soy, significa volver a ver las malditas cartas anónimas con regalos, significa volver a ver a shawn y Camila y... ugh.

Es solo un Viernes, un fastidioso Viernes.

No es una buena idea pero es una buena idea.

Saco mi celular y le escribo.

"A que horas tengo que estar en tu casa?"

Solo cuestión de segundos que me contesta.

"8:30. "

Ruedo los ojos al saber que Matthew probablemente está sonriendo en este momento.

Concuerdo con mi mejor amiga para salir esta noche y me preparo.

Llegue a casa con ganas de un baño frío.

Quiero evitar abrir la carta de hoy pero no puedo.

Esta vez, la carta viene de Orlando, está un poco decorada y tiene una rosa.

"Baby, tell me when you're ready
I'm waitin'
Baby, any time you're ready
I'm waitin'
Even ten years from now
If you haven't found somebody
I promise, I'll be around
Tell me when you're ready
I'm waitin'
What if my dad is right
When he says that you're the one
No, I can't even argue
I won't even fight him on it
Call you when it's late
And I know that you're in bed
'Cause I'm three hours back
Seems like you're always six ahead."

La pongo junto a las otras cuatro y pongo la rosa en la cocina.

Voy a embriagarme hoy. Me arrepentiré mañana, pero al carajo todo.

Jet lag Donde viven las historias. Descúbrelo ahora