Autor: Helindir.
Un fenómeno único cruzó los cielos del mundo, de manera casi invisible.
Solo para estallar sin testigos, en el cielo frente a las costas de Europa.
Pequeños e imperceptibles residuos quedaron en el aire, de quien sabe que material cósmico, que modificó la esencia del mundo mágico.
A medida en que los magos y hechiceras se despertaban con la luz de un nuevo día, uno a uno comenzaban a darse cuenta de un pequeño inconveniente.
En Hogwarts, los profesores corrían al despacho de Dumbledore.
Ivonne fue en la búsqueda de Severus.
Golpeó la puerta de su oficina. En el interior, una puerta lo dividía de su habitación.
- Severus, abre. Es muy importante.
Snape a penas se había despertado cuando ella golpeó. Se vistió rápidamente, aún algo despeinado y somnoliento.
"Es temprano. ¿Qué rayos hace ella despierta a esta hora? Debe ser verdaderamente importante"
Abrió la puerta para encontrarse a una Ivonne con cara extraña.
- ¿Qué pasa?
- Toma tu varita e intenta hacer magia- Le indicó sin preámbulos mientras entraba.
- ¿Qué? ¿Para que?- Aún no estaba del todo despierto, por lo que le costaba entender de qué estaba hablando.
- Solo hazlo.
- ¿Y qué quieres que conjure?
- No se, algo simple. Intenta con un Wingardium Leviosa a ese libro.
Severus, confundido, tomó su varita y conjuró el Wingardium Leviosa.
Nada. El libro ni se movió.
Snape estaba más confundido y muy extrañado. ¿Cómo pudo haber fallado en una técnica tan básica?
Lo intentó de nuevo. Y un par de veces más. Pero el mismo resultado. Intentó otras técnicas, pero nada funcionaba.
- ¿Qué demonios pasa?- Casi gritó cuando veía que nada funcionaba.
- Buena pregunta. A todos les sucede. No pienses que solo a ti.
- ¿Todos? ¿Dumbledore también?
- También él, y todos los magos que me he encontrado en el camino. También yo, por supuesto.
Severus se sentó muy pensativo. No entendía que podría estar pasando.
- Ve a terminar de despertarte- Le dijo Ivonne- Vamos a reunirnos con Dumbledore, a ver si hay ideas o noticias.
- Bien. Ve primero, por si te enteras de algo. Ya te alcanzo.
La vio retirarse y se apresuró a terminar de peinarse y vestirse.
¿Era posible que fuera un sueño? No, los pellizcos dolían. ¿Entonces que rayos sucedía? ¿Era solo un fenómeno en Hogwarts? Debía ir con Dumbledore de inmediato.
Cuando Severus llegó a la oficina de Dumbledore, solo lo vio salir, junto con la gran mayoría de los profesores.
Iba a preguntar que sucedía, pero la cara de preocupación del director, le indicó que sería mejor que se callara la boca.
Vio a Ivonne, con cara de pocos amigos, aguantando una conversación con Sirius. Más bien, se la veía soportando un monólogo.
- ¿Sabes que podemos hacer ahora que no hay magia?- Le decía Sirius muy cerca de Ivonne.
- Si. Podrías dejar de beber desde tan temprano- Lo acusó Ivonne, casi sin mirarlo. Detestaba que los hombres se le acercaran con claras intenciones.
- No linda. Es algo que nos incluye a ambos...
Una mano de Black en la cintura de Ivonne y la notoria cara de asco que la dama ponía, fue la señal de actuar para Severus.
- Déjala en paz, perro sarnoso.
Sirius retrocedió unos cuantos pasos. Los suficientes como para que Severus se pusiera entre él e Ivonne. Una clásica posición defensiva.
La profesora de élfico le daba las gracias a los cielos por la ayuda. Ahora si que Black no intentaría nada estúpido.
- Valla, si es el guardián de roca- Molestó Sirius- ¿Que vas a hacerme? ¿Lanzar un hechizo?
Severus no respondía. Seguía mirándolo con un creciente rencor en los ojos.
- Ho ¡Vamos Snape! Hazte un lado. ¿No ves que quiero conquistar a la damita?
Sirius seguía enfrentándolo, sin obtener más que una mirada fulminante.
- Ivonne, mueve al frígido ¿Quieres? Así podemos ir a algún lugar tranquilo, los dos solos. ¿Qué te parece?
- Déjame en paz, Black- Contestó Ivonne de mala gana, detrás de ese muro vestido de negro- No quiero nada contigo.
- ¿En serio? No te hagas la difícil, perrita, se lo que quieres.
Gran error. Eso era lo que Snape buscaba. Que Sirius la insultara. Ahora tenía un justificativo para golpearlo.
No tendría poderes, pero sí tenía peso y masa muscular. Mucha más que el delgado de Black.
Rápido como siempre lo era, Severus empujó con fuerza a Sirius, lo suficiente como para que este tropezara unos cuantos pasos hacia atrás, y cayera al perder el equilibrio.
- Te deje en claro que la dejaras en paz- Susurró con desprecio el maestro de pociones mientras avanzaba un par de pasos- Y lo peor, te diste la libertad de insultarla. Hazlo de nuevo y no seré tan amable.
Por suerte para todos, Lupin llegó para llevarse a su amigo, que aun lo veía incrédulo desde el suelo.
- Levántate, deja de dar este espectáculo tan bochornoso- Le aconsejó Remus mientras lo ayudaba a ponerse de pie.
- Remus, amigo, dile a Snape que deje de proteger a la chica. Se nota la pasión en sus ojos, y se que es por mi.
Ivonne se hartó de oír la avalancha de incoherencias que Sirius expresaba. Decidió hacer que cerrara la boca con una simple acción.
Salió de detrás de Severus, con la elegancia de un felino.
- Si, tengo pasión en mis ojos y en mi corazón. Pero no es por ti. Eres demasiada poca cosa.
Tomo delicada y sensualmente el brazo de Severus y con un suave tirón, se lo llevó consigo por el pasillo.
Junto a la puerta de la oficina de Dumbledore, Sirius Black sentía un balde de agua fría caer sobre él; y Remus, alivio por como ella había manejado hábilmente esa situación.
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En Busca de la Magia | SS
FanfictionUna obra pícara donde Ivonne McCain cumple un papel principal. ¿Y Severus Snape? Bien, el deberá valerse en una "materia" de la cual, no sabe nada. En el fic anterior, ella era miembro de una orden de elite y dueña de un dragón. Cumplía un papel her...