La luz de un nuevo día

1.4K 156 11
                                    

Autor: Helindir.

El temido profesor Snape abría los ojos lentamente, con el inicio de un nuevo día

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El temido profesor Snape abría los ojos lentamente, con el inicio de un nuevo día. Bostezo y miró a su derecha. Allí estaba Ivonne, durmiendo plácidamente. El horario de sueños, diferían entre los dos; él prefería levantarse temprano, pero ella adoraba dormir hasta muy tarde. Se levantó y miró fugazmente por la ventana. Cerró lentamente las cortinas oscuras de color gris, para que el exceso de luz, no la despertara.

Aunque, con el sueño pesado que ella solía tener, eso no era de preocuparse.

Se vistió y antes de ir al baño, se tomó unos segundos para arropar delicadamente a esa persona tan especial para el.

Varios minutos después, ya estaba en la cocina, sirviéndose un vaso de agua.

Se quedó sentado en completa soledad, pensando, recordando las horas anteriores. Necesitaba ese tiempo a solas con su cerebro.

No es que detestara estar acompañado por esa damita, sino que después de tantos años donde la sombra era su única compañía, tanto tiempo junto a alguien, lo sofocaba un poco.

Se levantó con decisión y silenciosamente, salió de la casa. Tenía deseos de caminar un poco. Lentamente recorrió unas tres calles, para luego volver. Todo estaba tranquilo, un clima fresco pero agradable. Se detenía levemente en las vidrieras de los negocios para ver que había. Por supuesto, nada que quisiera comprar.

Volvió despacio, ingresó a la casa y revisó nuevamente los libros mágicos camuflados como tontas historias muggles.

Con la cabeza ladeada a la izquierda, pasaba los títulos en los lomos de los libros. Se dio cuenta que eran títulos puestos intencionalmente, ya que todos, lo que menos hacían, eran levantar sospechas.

Miró el mueble que descansaba al otro lado de la habitación. En un estante, solo había figuras de porcelana, de no más de diez centímetros. Angelitos, dragones, animales... ¿Una figura de Dumbledore?... ¿Una figura suya?... Tomó su versión a escala con mucha delicadeza y la miró detenidamente. Le sopló el polvo acumulado y vio todos los pequeños detalles... no le faltaba nada.

"No me extraña que tu hayas hecho este. Después de las flores en el cuarto, ya no dudo de tu habilidad. Eres una adorable caja de sorpresas..."

La dejó en su sitio y siguió mirando las siguientes estanterías. Cada anaquel tenía un solo tipo de cosas. Figuras de porcelana en uno, cuadros con fotos en otro, cubos de cristal con cosas dentro, pequeños frascos, como de pociones, pero con flores secas...

Todo aun con mucho polvo, después de tanto tiempo.

En el suelo había un paño con un rociador. Los levantó y leyó el recipiente. Lo recordaba. Ivonne había usado eso el día anterior, para limpiar unas cosas en la habitación. Suspiró. No tenía más nada que hacer, así que uno a uno, fue tomando las cosas de los estantes y comenzó a limpiarlos. Lento, tranquilo, cuidadoso y perfeccionista.

En Busca de la Magia | SSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora