Una obra pícara donde Ivonne McCain cumple un papel principal. ¿Y Severus Snape? Bien, el deberá valerse en una "materia" de la cual, no sabe nada.
En el fic anterior, ella era miembro de una orden de elite y dueña de un dragón. Cumplía un papel her...
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El tiempo estaba pasando. Las dos primeras semanas se escurrieron como agua entre los dedos.
Un par de ojos negros se abrieron pesadamente durante una mañana, al ritmo de los primeros rayos de sol.
Miró la ventana para calcular la hora, pero recordó algo...
"Tienes un reloj en la mesa, tarado..."
Sintió frió. El invierno estaba iniciándose con vigor, y aún tenia fuerza que dar. Miró hacia la derecha y se quedó unos minutos contemplándola en silencio.
Sigiloso como una pantera, salió de la cama para tomar su ropa y vestirse en el baño. Pero antes, debía hacer una escala. Tomó otra manta, que descansaba en el suelo y la arropó con cuidado.
Era hora de vestirse y dar un leve recorrido por la zona, ya que no tenía muebles que limpiar. ¿Qué le costaba tener más cosas? Ahora tendría que aprender a cocinar a lo muggle, para poder recibir besos justificados...
Fue una mañana rápida. Estaba muy pensativo como para leer y por suerte, ningún perro sarnoso llamó para molestar.
Caminó absorto hasta la habitación, se paró en la puerta y la miró dormir durante una hora, apoyado en el umbral.
Ivonne comenzaba a moverse. Pronto despertaría.
Fue a la cocina y se quedó mirando la abominable máquina de hacer café. Maldijo su mecanismo tan endemoniadamente complejo y reuniendo toda su sabiduría, intentó hacer café.
Una media hora después, Ivonne aparecía arreglada pero aun media dormida, cargando consigo esa torpeza de quien se levanta temprano.
- Buenos días Ivonne- Saludó el hombre, reclinado mesada.
- Buenos días- Bostezo la dama mientras se servía un vaso de agua del refrigerador.
El tomar agua helada la ayudaba a despertarse del todo.
Al girarse, se encontró con un Snape que le alcanzaba una taza de café caliente.
- Fuerte, bien caliente y con dos cucharadas de azúcar- Dijo el sujeto vestido de negro- Como te gusta.
- Gracias Sev...
"¿Hizo café? ¿El solo? ¿¡Y para mi?!" Internamente, Ivonne no caviar en su cuerpo.
Tomó un poco, saboreandolo. Severus la miraba como si estuviera orgulloso de lo que hizo. Y lo más increíble, sabía sorprendentemente bien.
- No es para alardear, pero me tomó un buen tiempo hacerlo- Contaba el profesor de pociones mientras tomaba también de SU café.
- Y esta exquisito...
Severus aprendía rápidamente todo lo referido a lo muggle, pero le costaba poner cosas en práctica.
