Una obra pícara donde Ivonne McCain cumple un papel principal. ¿Y Severus Snape? Bien, el deberá valerse en una "materia" de la cual, no sabe nada.
En el fic anterior, ella era miembro de una orden de elite y dueña de un dragón. Cumplía un papel her...
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Ivonne y Severus se desataban de su abrazo con energías renovadas. Intercambiaron miradas para saber si el otro está bien; y lo estaban... perfectamente.
- ¿Café?- Le preguntó la dama.
- Solo si me dejas intentarlo.
- ¿Quieres usar el filtro, siendo quizás lo más complicado de la casa?
- Tú lo sabes usar... No debe ser más difícil que encender una luz.
Snape recibió un leve empujón y una fingida cara de enfado.
Paso a paso, fue instruido en el arte de preparar café con una máquina tan complicada que varias veces pensó en renunciar a la tarea. El resultado no fue tan malo, pero estaba lejos, muy lejos, de ser el café que preparaba Ivonne.
A media mañana, Ivonne percibió el leve cambio de su estantería de figuras de porcelana, cuadros y demás tonterías decorativas.
"Sevy....tonto detallista..." Pensó para sus adentros.
Severus leía un diario muggle, The Times, sentado en el amplio sillón de la sala. Lugar que indudablemente, se había convertido en su lugar preferido a la hora de leer.
Estaba demasiado concentrado con entender la mentalidad muggle, como para darse cuenta de que Ivonne se había ubicado convenientemente detrás de el.
Pero si se dio cuenta cuando ella le rodeó el cuello con los brazos y le dio un tierno beso en la mejilla.
- No tenías que limpiar- Le dijo dulcemente a un Severus que se sentía como mantequilla en el fuego- Y menos con tanto esmero. Gracias.
- No es nada. Me gusta ayudarte. Y más cuando estás haciendo tú sola, tantas cosas en la casa.
- Si, pero eres mi invitado, Sev.
- ¿No me habías dicho que me sintiera como en mi casa?
- Touché- Rió Ivonne mientras lo soltaba de su abrazo y tomaba el teléfono inalámbrico.
Suspiro cerrando los ojos cuando la escuchó hablar con alguien desde el comedor.
Ya sabia que hacer el día siguiente, a la mañana: limpiar.
No solo para tener una razón para recibir el contacto de esos delicados labios en su piel, sino por que era verdad lo que había dicho. Al fin y al cabo, ella cocinaba y compartía su casa con él. Debía hacer algo más que leer el diario y atender llamados.
Mediodía en Londres.
En el medio del almuerzo, el teléfono de la sala sonó.
Aun masticando, Ivonne trotó hasta la sala, tragó como pudo y atendió.
"Aun con algunos años encima, te mueves como un ciervo joven" Reconoció Snape en su cabeza.
- Residencia McCain- Dijo ella, casi cantando, mientras caminaba de nuevo a la mesa y se sentaba- Ho, hola Remus. ¿Qué tal tu nueva vida?.......... Si.... Yo bien, como si nada hubiese pasado....Y, Severus, batallando contra las inclemencias muggles....... No... No.... ¿Por qué no le preguntas a el?..... Bien, bien.... No, Albus no ha llamado aún...Reconozcamos que será inteligente, pero no creo que sea tan hábil para aplicar lo aprendido tan rápidamente. No es tan joven........Claro..... Si...... No, espera, tengo que anotar tu número y no tengo donde.... Severus, entretenlo mientras busco donde escribir.
