Una obra pícara donde Ivonne McCain cumple un papel principal. ¿Y Severus Snape? Bien, el deberá valerse en una "materia" de la cual, no sabe nada.
En el fic anterior, ella era miembro de una orden de elite y dueña de un dragón. Cumplía un papel her...
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Mes 4, día doce de la ida de la magia.
El lugar de encuentro de la nueva reunión había cambiado. Ahora era en otro edificio, un poco más cerca de la residencia McCain, en un 3 piso.
La reunión en sí había terminado. Todos hablaban entre ellos, sobre tal o cual cosa... Nada que a Ivonne le parecía relevante para oír.
Dumbledore había llamado a Snape para hablar privadamente de algo que tampoco ella sabía, así que decidió esperarlo en el auto. Era una charla privada con el director, no tenía que estar de metida escuchando lo que no debía.
El automóvil... ahora estaba en un estacionamiento, en un subsuelo... odiaba esos malditos lugares lúgubres. Conocía la peligrosa fama de esas zonas oscuras y poco transitadas, y su miedo comenzaba a acrecentarse a medida de que se alejaba de la puerta, rumbo al automóvil. Caminó más deprisa. Sentía esa urgencia de estar dentro del coche, al amparo de algo.
Algo la tomó por los hombros. Ella giró emitiendo un grito de susto.
- Calma linda- Le hablaba un sujeto encapuchado- Lo siento. No sabía que eras una de esas chicas miedosas.
Ella intentó ignorarlo, con ese miedo que lentamente comenzaba a crecer desde su columna. Se encaminó a su coche, pero él la detuvo tomándola de un brazo antes que intentara entrar.
- ¿Vienes muy seguido por estos lugares?- Hablaba él seductoramente.
- No. Por favor, déjeme ir- Intentaba zafarse del agarre.
- Ho... ¿Por qué? Veo que te gusto mucho.
- No- Lo empujó.
- Tienes unos lindos ojos cargados de deseo- Le aferró ambos brazos- No soy tonto... Sé que tienes ganas de hacerlo.
- Claro que no. ¡Suélteme!- El agarre era muy fuerte para poder librarse. Pero ella lo intentó con todas sus fuerzas.
- Te gusta lo violento... Igual que a mi... ¿También te gusta lo peligroso? ¿Qué te parece aquí, con el riesgo de que nos vean?
- ¡Déjeme!
El sujeto no era un clásico fortachón, pero si era más fuerte que ella.
Él comenzó a besarle el cuello y manosearla frenéticamente. Ella no podía apartarse, estaba contra un furgón. Y no la dejaba moverse. Intentó gritar, pero con una mano le tapó la boca mientras el desconocido intentaba sacarle el pantalón. Ivonne escuchó el sonido metálico de la hebilla de un cinto, como le abría las piernas... Estaba petrificada por el miedo.
Terror, pánico, desesperación. Sabía lo que venía y no tenía cómo detenerlo. Iba a sufrir la peor pesadilla de una mujer.
Pero algo oscuro agarró el cuello del hombre, separándolo fuertemente de Ivonne y arrojándolo varios metros atrás.
