Nuestro {N.1}

Capitulo 2

-por que el departamento de finanzas se va temprano y yo aun sigo trabajando?

-porque eres mi secretaria y al parecer finanzas ya termino su trabajo.

-cuando les diste el permiso?

-la Señorita Ross hablo conmigo para eso, no tengo porque darte explicaciones y si no quieres que te despida, mejor deja tus estúpidos chismes y continua con tu trabajo.

-Ricardo, porque me tratas así, es que ya no me amas?

-Beatriz, soy el Sr. Roberts para ti, lo que paso entre nosotros fue un estupidez de mi parte y si quieres seguir conservando tu trabajo, sal de mi oficina- esta sale furiosa. Me tiene cansado, maldita la hora en que me rebaje teniendo un desahogo con ella. Siempre me controlo con mis empleados pero ese día estaba tan furioso y estresado que no supe de mi. Termino mi trabajo y veo la hora, son las 2, está bien por hoy. Llamo a Beatriz por el comunicador.

-avisa a todos el personal, que ya pueden ir, continuamos el lunes- no espero a que me responda y cuelgo, no quiero hablar. Me paro frente a mi ventanal y observo la masa de personas salir de mi edificio. recojo mis cosas y decido salir, camino a los ascensores y me encuentro a la señorita Ross.

-pensé que ya se había ido.

-se me olvidaron algunas cosas.

-y ya decidió ir a la fiesta?

-los chicos me convencieron señor.

-perfecto, pues nos vemos más tarde señorita Ross- me despido mientras salgo del ascensor camino a mi auto. Quiero dormir unas cuantas horas antes de pasar por la fiesta.

por fin llego la fiesta de mis empleados. Estoy hasta pensando darles unos cuantos días, estos últimos meses me han estado rindiendo mas de lo que he podido exigirles y me han dado buenos resultados, ellos merecen unos cuantos días para descansar, ya que viene una temporada fuerte. Tras llegar a mi casa, como algo ligero y camino a mi cuarto. Me pongo más cómodo y decido dormir un poco.

Me despierto al escuchar mi alarma sonar, me falta una hora, me da tiempo a prepararme. La velada será semi formal así que decido ponerme unos jeans obscuros y una camisa a cuadros que me regalo mi madre. Ya estoy listo, hecho unas cuantas gotas de perfume en mi torso y tomo las llaves de mi auto.

Al llegar al salón de eventos veo que está lleno, estos empleados llegan puntuales. Los saludo uno a uno y verifico que todo está en orden con la comida, bebidas y unas cuantas sorpresas que hay preparadas.

Hoy daré unos premios reconociendo a algunos empleados que se han destacado y que han ayudado a que mi empresa se distinga más en el mercado. Hago otra ronda viendo a ver quienes faltan.

-que elegante estas.

-en dado caso diría cómodo.

-eso veo, que tal todo.

-bien, estoy revisando los últimos toque

-como siempre jefe- me sonríe Claris encargada de Recursos Humanos.

Me despido y continúo en lo mío. Me siento en una de las sillas del bar y veo como todos se divierten. Me gusta ver a mis empleados felices, porque empleado feliz, empresa en funcionamiento, dice mi padre. Soy hijo único y mis padres siempre me enseñaron a hacer las cosas por mí mismo, a nunca depender de nadie, a trabajar duro para cumplir mis metas. Tengo un tiempo sin verlos.

-señor, ya está todo listo. Empezamos?

-por supuesto- le respondo al maestro de ceremonias y este sube al escenario.

-Buenas noches, damas y caballeros, quiero que le den un gran aplauso al Señor Roberts, que compartirá unas palabras con ustedes...- todos aplauden y hago mi aparición.

-Buenas noches, otra vez- todos ríen- quiero agradecerles por todo el apoyo que me han brindado, por ayudarme a levantar este sueño, porque Roberts Communications Company, es un sueño hecho realidad para mí y en agradecimiento, además de la fiesta, les daré 1 semana libre- todos aplauden- así que espero que den el 100%, ya que viene una temporada fuerte- me despido y le entrego el micrófono al animador. Este empieza a repartir las placas por desempeño de los empleados que anote en la lista y luego a los departamentos destacados. Cuando el anuncia al departamento de finanzas veo que todo el departamento se levanta junto a la señorita Ross que se ve fantástica en un vestido negro con poco brillo y su pelo ondulado... se ve fantástica.

-en realidad, estoy sorprendida, les doy las gracias a mi equipo, que siempre está dispuesto a trabajar unidos, que no dejan nada pendiente, siempre están ahí para apoyar al otro y al señor Roberts, que a pesar de todo, nos tiene presente - me mira, tiene un maquillaje fenomenal- gracias!!- levanta el trofeo y bajan todos del escenario.

Es extraño, de los pocos departamentos destacados, finanzas fue el único que subió completo, en los otros casos, solo los encargados subían a buscarlo y ni siquiera les agradecía a su colaboradores. Se termina la premiación y sigo dando mis rondas hasta toparme con Beatriz.

-esta huyendo de mi Señor Roberts.

-porque debería?

-no sé, cada vez que pienso acercarme me esquivas.

-bueno, estoy un poco ocupado por el momento.

-de acuerdo, vine a traerte esta bebida para hacer las pases, acéptala por favor- miro el vaso y para quitármela de encima, lo tomo de un trago, alejándome de ella.

-señor Roberts

-señorita Ross, que placer que haya venido.

-es todo mío, quería agradecerle por el premio.

-quiere que tomemos algo juntos?- la invito a la barra y esta acepta.

Conversamos mientras bebemos y bebemos... ya perdí la cuenta de los tragos....

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Suena mi alarma y la apago. Trato de despertarme y siento un peso sobre mí, Oh no! abro los ojos rapidamente y solo espero que no haya sido Beatriz... ... ... ... me sorprendo al ver a la Señorita Ross. Se ve tan hermosa desnuda, junto a mi, su piel bronceada, su pelo castaño con algunas ondas ... o por Dios, me acosté con la Señorita Ross. estupido, me doy un golpe mental, Jure no volver a acostarme con otra empleada!! Que imbécil eres Ricardo.

Siento como se mueve, acabo de despertarla. Esta abre los ojos y me mira confundida y al tiempo se asusta y tapa su cuerpo.

-santo Dios- tapa su rostro con las manos- lo lamento tanto Señor Roberts... me pase de tragos anoche.

-dígame Ricardo, y en este caso, yo debo pedirle disculpas...

-no se preocupe, me siento tan apenada.

-no piense en eso- cuanta madurez tiene esta mujer, hubiese sido otra y hasta sale corriendo.

-me apena decirle Ricardo, que hasta anoche era virgen- sigue con su rostro tapado, creo que va a llorar. No puede ser, soy el idiota mas grande.

-no te mortifiques Ana- la abrazo- tratemos de olvidar esto si...- asiente liberando su rostro.

-donde está el baño?- pregunta con sus ojos llorosos y el rosto enrojecido, le señalo la puerta y se encamina a esta con las sabanas envueltas en su cuerpo.

Que hiciste Ricardo!! Me levanto de la cama y miro mis sabanas manchadas con sangre, maldición, si era virgen. Como aun hay mujeres que a su edad aun lo son, pero sus ojos, esos hermosos ojos de un color tan extraño y excitantes a la vez.

Me cambio con unos pantalones cortos y recojo las sabanas para llevarlas a la ropa sucia.Marta me dará mi buena reprimenda por esto. Camino a la cocina para preparar un buen desayuno en disculpa. Que idiota, como le dices a una mujer, discúlpame por cogerte y desvirgaste borracho...