Capitulo 17: Ego

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Thorn iba cada vez más rápido, la chica había aprendido rápido y lo estaba alcanzando. Comenzó a llover y el mar se agitó, el cielo se partía con el resplandor de los rayos, dificultando la caza de Gardienne. Aquél peli negro, parecía estar burlándose de ella, como si no tuviera nada más que hacer.

Mientras saltaba roca por roca, la oji violeta lo iba comprendiendo, ella era la cazadora, y él no era precisamente la presa. Como su bisabuela, ella era descendiente de Artemis, no es cazar para comer, sino para mantener el equilibrio de la naturaleza. "Thorn es el corrompedor y el derrochador... eso debe ser castigado" pensó dando un salto tan fuerte, que partió la roca que estaba pisando, impulsando su cuerpo hasta alcanzar a tocar el hombro de aquel hombre de piel azul.

Él posicionó sus ojos negros en ella, dándole una sonrisa triunfadora, como si por dentro la estuviera felicitando.

-Te dije que solo era un guía.- le recordó.

Ambos aún estaban suspendidos en el aire, como si el tiempo se hubiera olvidado de que debían caer. Se fijó en el lugar en que tenía puesta su mano, bajo esta, la piel de Thorn comenzaba a brillar del mismo color que la estrella que llevaba.

-¿Qué?- alcanzó a pronunciar antes de que su cuerpo entero se convirtiera en luz y desapareció, como el flash de una cámara.

Entonces, todo comenzó a tomar su curso. Comenzó a caer sobre el mar, en una larga caída, en la que inútilmente pataleo por aferrarse a algo. Sintió que sus pulmones se llenaron de aire y no podía respirar bien, hasta que impacto con fuerza en el mar. El agua estaba fría y calló unos metros más abajo, una ola la hizo dar vueltas en aquella profundidad.

Comenzó a nadar a la superficie. Y comenzó a escuchar un sonido que conocía muy bien, un animal enorme estaba cerca. Pataleo aún más fuerte, casi perdiendo el aire que le quedaba, estaba aterrada, aunque no recordaba de qué tipo de animal se trataba, tenía claro que era el mismo que había atacado a ella y sus padres.

Al llegar a la superficie, tomó una gran bocanada de aire, aunque el movimiento del agua causó que tragara un poco. Trató de mantenerse firme, pero las olas volvían a azotarla y hacerla dar vueltas. Recordó el día en que perdió a sus padres, había una tormenta igual a esta, estaba en el mar y una inmensa criatura los atacó.

Todo era igual.

Aunque esta vez, había tenido la fuerza y el valor para salir sola a la superficie. Sentía dolor en sus músculos, el frío comenzaba a cansarla, tampoco era capaz de ver nada con claridad, el agua había entrado en sus ojos, causándole ardor. Aun así trataba de mantenerlos abiertos, buscando un lugar de donde agarrarse. De repente, un gran tentáculo se alzó entre las olas, y a golpeó sin que ella pudiera prevenir el impacto, hundiéndola y golpeándola con fuerza en todo el cuerpo.

Comenzó a caer aturdida, hundiéndose lentamente en el agua, mientras el aire se iba escapando de sus pulmones. Estaba a punto de desmayarse, entregándose a la profundidad del mar, al igual que aquella vez en que su vida cambio para siempre.

Vio una gran sombra acercándose a ella de frente, la cual reconoció como un kraken, que se acercaba abriendo su boca para devorarla de una sola mordida. Gardienne, entonces reaccionó. Antes no había podido recordar a la criatura que la ahogó, pero esta vez la tenía de frente. Sabía que no tenía escapatoria, pero no sería atrapada como una presa. Estaba realmente aterrada, lo que estaba a punto de hacer no tenía lógica, pero realmente estaba segura de que debía enfrentar aquella criatura. O más bien, a su temor.

Con el cuerpo a dolorido, nadó rápidamente hacia la boca de aquel monstruo, entre más se acercaba, sentía que una corriente de agua la absorbía hasta allá, apresurando el horrible momento. Al estar tan cerca de aquellas fauces, vio con claridad los dientes afilados que tenía. Sintió horror, y para empeorarlo, sentía que todo ocurría en cámara lenta. Vio la oscuridad total otra vez, al momento en que aquella cosa la tragó hasta la sintura, sus colmillos se hundieron en esta, para luego terminar de engullirla.

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