Querido Secuestrador.

#11: "Roger Campbell"

N/A: Perdonen la demora...Ya he explicado porqué no puedo actualizar rápido como antes (o medianamente rápido, mejor dicho), pero es que sinceramente, se me hace imposible :c En fin...Esta historia casi está en el final TTnTT Y yo ahí, pensando a ver cómo la alargaba...Pero no pude >_<

Etto...Pensaba escribir otra historia de Jeff luego de que esta acabe, pero ustedes eligen qué quieren que escriba o sobre quién :'3 Aunque Slendy no porque nunca sé qué escribir sobre él :(

¡Son los/as mejores! Gracias por todo el apoyo, las lecturas, los votos y los comentarios♥

¡Ya hay 5000+ de lecturas! *u* De verdad, muchas gracias n.n/

PD: Roger es más o menos como se muestra en la foto :/ Claro que...Con más edad y menos lindo xD

Les dejo el cap:

~~No editado~~

¿Campbell? Ni Aileen, ni Jeff conocían ese apellido. Con decir que ni siquiera lo conocían a él…

Pero Jane parecía conocerle de toda la vida, aunque sólo asegurara que sabía de él porque Kei se lo había comentado. Se podía notar la tensión en el aire de la habitación.

—A mí Jeff Woods me atacó y me quemó viva-le contó Jane como quien no quiere la cosa.

Jeff dejó escapar un gruñido de molestia, al cual Jane no quiso prestar demasiada atención. Campbell se acercó a Jane y cuidadosamente le acarició los cabellos azabaches, mientras que notaba que la muchacha hacía una mueca de asco y algunos intentos por liberarse de ese toque. Jane carraspeó y continuó hablando:

—No me malinterprete, señor Campbell…No tengo ninguna intención de provocar en usted alguna clase de compasión. Sólo quiero que sepa que sé lo que usted siente y que también entiendo que quiera vengarse.

Aileen forcejeó con las correas para intentar correrse más a la esquina de la camilla y conseguir tomar con su mano algún bisturí. La tarea no era para nada sencilla. Para empezar porque apenas conseguía moverse algunos pocos milímetros y siguiendo porque cabía la posibilidad de que Campbell se diera vuelta y la encontrara como quien dice, con las manos en la masa, buscando cómo soltarse. Mientras que Jane continuara hablando con él, todo iba a estar bien.

Estaba intentando no hacer ruido alguno, pero no sabía muy bien cómo conseguirlo ya que como se le cayera la más mínima cosa de la mesa o la camilla se diera vuelta a causa de su peso, iba a estar muerta en menos de lo que dura un parpadeo.

Jeff la vio y abrió los ojos por la sorpresa, le hizo señas de que se apurara y ella le envió una mirada envenenada como para hacerle entender que se estaba apurando todo lo que podía.

— ¿Qué pretendes conseguir de mí entonces, hermosa Jane?-preguntaba Campbell, en lo que se relamía los labios.

—Nada importante. Pero creo que usted bien sabe que si va a hacer de cuenta que no existe la moral, ni las leyes, ni nada que se le parezca, tiene que tener al menos algo de sentido común…

—Me hablas de leyes y moral, Jane…Pero tú eres una asesina. Dime, por favor: ¿Qué puede entender alguien como tú sobre moralidad y leyes?

Aileen sintió que las correas le estaban apretando muy fuerte el estómago y sentía que la respiración se le cortaba. Cerró los ojos para hacer más esfuerzo e intentar ignorar el hecho de sentir la incomodidad que tenía y estiró un poco más los dedos de su mano. Consiguió así llegar hasta el borde de la mesa, se aferró a él y jadeó en busca de aire. Jeff tosió en el momento justo para evitar que Campbell se diese cuenta de que ella jadeaba y así encubrirla.