Querido Secuestrador.

#15: "Querido Secuestrador" [Parte 1]

N/A: Que cada uno, piense lo que quiere pensar de ella. xD
¡Hey! ¡No he demorado tanto! *aplauso, aplauso*
La segunda parte del último cap la subiré el jueves TT-TT Adióh', adióh' :c
PD: La foto me mató con calidad xD

Capítulo 15:

Sentía las miradas fijas en su rostro cortado, sabía la lástima que todo el mundo parecía tener por ella, pero ni siquiera estaba prestando atención en ello. Pensaba, por otra parte, qué iba a hacer para conseguir sacar a Jeff de aquel lugar sin levantar sospechas de nadie. Porque sí, en cuánto vieran cómo el asesino le hablaba, cómo la miraba, pensarían que tenía algo que ver con él.

Tendría que parecer que les había traicionado, tenía que ser mala sin aparentar sentirse fatal por ello. Tenía qué y lo iba a hacer. Así que cuando Steve volvió en compañía de su superior, se mentalizó de inmediato de que iba a tener que improvisar mucho pero que aquella podía ser su salida más efectiva ya que planear mucho las cosas hace que el plan se vuelva denso y, en un gran porcentaje de las veces: imposible de seguir a la perfección.

—Aileen, él es el investigador Adams.

Ella sonrió levemente de lado e ignoró el hecho de que el apuesto hombre le miraba la herida por unos prolongados segundos casi sin disimular.

—Por favor, dime solo Nate, ese es mi nombre.

El hombre extendió una mano y sonrió amablemente, lo que le dio a Aileen la seguridad que necesitaba para poner en marcha su plan.

—Soy Aileen, un placer —estrechó la mano suavemente y sintió cómo la herida de su brazo punzaba. Hizo una mueca de dolor.

—¿Segura de que te sientes bien? —cuestionó Nate, desconfiado al ver la mueca.

—Sí, solo me arde un poco el brazo.

Y ante las miradas curiosas y atónitas de todos, se subió la manga de la sudadera que traía puesta y se vio a la perfección que tenía el brazo vendado. Nate desconfió inmediatamente. ¿Por qué estaba curada si había estado secuestrada? Miró a Aileen y decidió quitarse la molesta duda de inmediato.

—¿Te han curado?

—Lo del brazo lo he hecho yo —sonrió tímidamente la muchacha, mientras que se aseguraba de no esquivar la mirada demasiado y tampoco de fijarla en la cara del sujeto—; por otra parte, las costuras de mi cara las ha hecho uno de ellos. Terminaron por confiar en mí, tuve que ganarme esa confianza y créame que no fue nada sencillo.

Se hizo el silencio general mientras que todos aguardaban por ver si el líder de aquella jurisdicción confiaba en ella. Al final, Nate le palmeó suavemente la espalda a la chica y la atrajo a él como si fuese su propia hermana.

—Me gusta cuando un policía hace lo que tenga que hacer para que se haga justicia. Eres buena, chica. ¿Tienes entrenamiento policial? Podría contratarte.

Aileen se sonrojó y negó con la cabeza.

—Sé lo que tengo que saber, nada más.

—Es una lástima —miró a Steve, que se había quedado para atrás—. ¡Steve, hombre! ¿Vas a quedarte ahí solo viendo? Estoy autorizando que la chica vea al muchacho y tú irás con ella.

—Pe..., pero jefe, señor.

—Steve... —insistió Nate, poniendo cara de molestia—. No debes cuestionarme. Yo estaré detrás del vidrio viéndolo todo mientras que ustedes hacen de lo suyo. ¡Me voy a divertir viendo cómo lentamente la cara de Jeffrey se transforma al saber que la chica les ha traicionado!

Aileen recordó sonreír como si en verdad estuviese disfrutando lo que pasaba allí. Steve se apresuró a seguirles, no sin tropezarse primero con su propio pie y casi aterrizar de nariz en el suelo.