|Capitulo 13|

2.6K 134 17
                                    

Cuando terminé el trabajo de matemáticas me sentí completa. Por fin hacía algo bien, y estaba segura de que estaba bien, porque lo había revisado más de quince veces.

Caminé a la cocina, mientras la música seguía sonando por todo el departamento y tomé un vaso, serví jugo en él y lo tomé mientras bailaba un poco en mis pijamas. Un golpeteo fuerte en la puerta me hizo parar. Lo escuché a través de la música lo que significaba que tenía una mano fuerte. Miré la hora de mi teléfono. Sólo eran las 21:47 y Tris no iba a volver hasta las once, o tal vez más tarde.

Probablemente sea un vecino que viene a quejarse de la música.

Di un par de pasos hasta la puerta y me sorprendí al ver a Calum Hemmings en mi puerta.

¿Qué carajos hacia en mi departamento a esta hora? ¿Cómo sabía dónde vivía? ¿Y por qué había abierto la puerta en pijamas?

Me tapé rápidamente con la campera que llevaba puesta lo más que pude y él sonrió.

- Hola. - No voy a mentir, a pesar de que estaba consternada su voz seguía siendo de lo más bonita.

- No quiero ser grosera, ¿pero qué haces aquí? - Él se rascó la nuca y vio por el pasillo, me asomé para observar que miraba y él tomó mis hombros metiéndome de nuevo en el departamento.

- Pasaba por aquí y vi la puerta abierta, pregunté por ti y me dijeron que este era tu departamento.

¿Era mi imaginación o él estaba nervioso?

- ¿Y cómo sabías que vivía aquí? - Me crucé de brazos.

- Ya sabes... -Él rascó su nuca. - Es un pueblo pequeño, y todos saben todo, sobre todo el mundo.

Buena respuesta.

Nos quedamos callados unos segundos mientras él seguía viendo por el pasillo, como si buscara algo o a alguien. Volví a asomarme para ver que veía pero él me tomó de la mano y volvió a empujarme dentro del departamento nuevamente, mientras se ponía en un lugar estratégico que tapaba mi vista de todo el pasillo. Miré su cara y él estaba con la mirada fija en el suelo.

- Venía a preguntarte si quieres ir a tomar algo... - Me miró a los ojos y se dio cuenta de lo consternada que estaba porque mi cara probablemente lo demostraba. - Si no te parece mal, o muy tarde. Sólo vamos a tomar algo a un bar que queda en el centro del pueblo, es agradable.

Yo asentí con mis cejas juntas.

- De acuerdo, deja que me cambie. - Él negó con la cabeza.

- No hace falta, es sólo un bar.

- ¿Calum? - sonreí.

- ¿Qué? - él me veía, confundido.

- Estoy en pijama. - Dirigió sus ojos hacia abajo y se rascó la nuca, nervioso.

- Cierto. Ve a cambiarte. - Entré al departamento, cerrando la puerta y dejándolo afuera. Porque esto no era una cita y yo apenas lo conocía de hoy. Y ni siquiera lo conocía porque habíamos hablado por cinco minutos.

Apagué la música y me dirigí a mi habitación. Tomé unos jeans ajustados negros, unas botas y una remera roja junto con mi chaqueta azul marino. Me dirigí al baño y me maquille ligeramente, porque yo no salgo a la calle sin maquillaje, no quería asustar a nadie hoy. Y peiné mi cabello rápidamente.

Luke; lrh |Adaptacion| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora