- Luke se va a dar cuenta, estoy segura. Es un poco estúpido, pero él puede... ¡OH POR DIOS! ¡OH MI DIOS! ¿¡CÓMO NO LO PENSÉ ANTES!? – Me paré de repente dejando a una alarmada Tris sentada en mi mugrosa cama.
- ¿Qué? ¿Qué cosa? – Me giré hacia ella. Había olvidado que no lo sabía.
- ¡Luke hace esta cosa, que me lee la mente! ¡Y así podría saber en dónde estamos y podría venir cuanto antes! – Tris juntó sus cejas y se paró de donde estaba. Con cautela se acercó y tocó mi frente.
- ¿Ya te agarró una enfermedad por este mugroso lugar? ¡Le dije a Polland que limpiara todo! – Corrí su mano de mi cara bruscamente, y ella se sentó otra vez.
- No tengo fiebre, idiota. Es sólo que... No sé cómo funciona. Y creo que él tampoco lo sabe. Sólo... Déjame probar. – Tris se encogió de hombros y negó con la cabeza, sabiendo que había llegado a un punto de locura en el cual no había retorno.
Me senté en el sucio y polvoriento suelo con asco, y crucé mis piernas. Respiré unas cuantas veces intentando calmarme y cerré los ojos.
- ¿Luke? ¿Puedes escucharme? – Cerré los ojos con más fuerza y tensé todo mi cuerpo. Hice fuerza y apreté mis puños. - ¡Luke! ¡Escúchame! – Dije con la voz ahogada de hacer tanta presión con cada parte de mi anatomía.
- Parece que necesitas ir al baño. Con urgencia. – Abrí los ojos y relajé mi cuerpo mientras fulminaba con la mirada a Tris.
- No estás ayudando. – Ella subió sus manos y revoleó los ojos. Volví a hacer lo que estaba haciendo y estrujé mi cerebro todo lo que pude. Mi cabeza comenzaba a doler de la fuerza que estaba haciendo.
– Luke. – Lo llamé una vez más, esperando una respuesta.
- ¿____? – Abrí mis ojos alarmada y tomé mi pecho, porque casi me había dado un paro en el corazón. Miré a Tris, que tenía la misma mirada de "esto es mentira", que siempre ponía cuando algo le parecía increíble.
- ¿¡LUKE!? – Dije histérica, mirando hacia el techo, como si se tratara de algún tipo de Jesús. Tris hizo lo mismo que yo.
- ¿Quién mierda es Luke? – Fruncí mi rostro. La voz, que al parecer era Jesús, había sonado ligeramente ofendida.
No sabía que Jesús pudiera decir mierda.
- ¿¡JESÚS ERES TÚ!? – Tris me miró como si ya no pudiera soportar mis estupideces y yo me encogí de hombros, intentando demostrarle que sólo lo estaba intentando.
- ¡No soy Jesús, imbécila!
Imbécila...
Sólo había una persona que me llamaba imbécila.
- ¡TONY! – Gritamos Tris y yo al mismo tiempo. Una sonrisa se formó en mi rostro al reconocer una voz no enemiga dentro de este lugar.
- Claro que soy Tony, par de idiotas. – Me acerqué gateando a la puerta cerrada. Su voz se hizo más fuerte. - ¿Qué mierda están haciendo aquí? ¿Y por qué Polland las tiene vigiladas como si fueran las mentes criminales más peligrosas de nuestra generación? – Tris se sentó junto a mí y apoyó su oreja sobre la puerta.
- No tienes idea del alivio que siento de escuchar tu voz. – Dijo Tris, con una sonrisa. - ¿Cómo está Zoe? – Me había robado las palabras de la boca.
- Ella está bien... Respondan mis preguntas, no hay mucho tiempo. Polland llamó a Rick, y sus supuestos guardias de catorce años se fueron. No puedo abrir la puerta y en cualquier momento vendrán a buscarnos para el primer turno de robos. – Me había olvidado del sonido de su voz. Me había olvidado de cómo era estar aquí adentro. Comes, o te comen.
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Luke; lrh |Adaptacion|
Fanfiction- Aléjate de mí. - Su voz era firme, como si lo que acababa de pasar no hubiera pasado. Como si él no me hubiese empujado en contra de los casilleros exigiéndome respuestas de preguntas que no comprendía, y como si después él no hubiera hecho ese li...