𝕮𝖆𝖘𝖆𝖉𝖔 𝕮𝖔𝖓 𝕰𝖑 𝕰𝖓𝖊𝖒𝖎𝖌𝖔 ♡KookMin♡

capítulo 9

Deseando a mi Sexy enemigo

Desde el beso en la cocina Jimin quiso mantenerse alejado de Jungkook, aunque le quedaba muy difícil a veces sobre todo viviendo en la misma casa y compartiendo la cama, también decidió usar toda la semana suéteres de cuello de alto para cubrir las marcas violetas de su cuello, prefirió no reclamarle nada al castaño y tratar de olvidar el tema, pero era tan complicado, sobre todo cuando estaba dándose una ducha y pensaba en como se sentirían las manos de Jungkook acariciando su piel.

<<Por el diablo y todos sus jodidos demonios>>

Jimin se sentía perdido, se había despertado solo en la cama Jeon estaba quien sabe dónde, y eso lo puso de mal humor, se sentía bien despertar entre los brazos de Jungkook, algo contradictorio ¿no?, si quería mantenerse lejos de Jeon entonces ¿Por qué extrañar sus brazos? Para relajarse entro a la ducha y terminó imaginándose a Jungkook enjabonándolo y lavando su cuerpo, una estúpida fantasía, con el ceño fruncido dejo correr agua fría por su cuerpo necesitaba despertar todos sus sentidos.

¿Desde cuándo fantaseaba con Jeon? <<Desde que casi te folla en la cocina>> si, su mente parecía ser independiente y le daba esos tipos de respuestas, cerró la llave y tomo la toalla entre sus manos, ¿Qué diablos le estaba pasando? ¿Estaba tan necesitado que quería que su enemigo...?

No, no y no tenía que sacar esos tontos pensamientos de su mente, mejor haría ejercicios, en el jardín trasero tenían un gimnasio debía quemar la grasa que tenía demás, y eso también era culpa de Jungkook, había descuidado la dieta y la noche anterior el castaño llego a casa cargando unos chocolates estaban deliciosos pero llenos de calorías, con unos pantalones de ejercicio negros tan apretados que no dejaban nada a la imaginación y una camiseta sin mangas del mismo color, camino rumbo al gimnasio, pero unos pocos ruidos lo hicieron detener y caminar con mucha cautela, así que primero asomo su rubia cabellera lentamente para ver de qué se trataba y lo que vio lo dejo sin aliento.

Jeon Jungkook estaba sin camisa de espaldas con su cuerpo suspendido en el aire solo siendo sostenido por sus brazos, estaba haciendo barras, su ancha espalda se veía tan sexy, el sudor le corría por toda esta, hasta perderse en la cinturilla de los pantalones de chándal que estaba usando, los músculos de sus brazos bien formados sin una pizca de grasa se marcaban de una manera tan sensual al estar sosteniendo todo el peso de su cuerpo.

Jimin estaba seguro de que Jungkook podría levantarlo con tan solo uno de sus brazos, esa idea le gusto y cuando menos lo esperaba ya estaba dentro del gimnasio detrás de Jeon los ojos del rubio no se perdían un solo movimiento del castaño, sin duda verlo de cerca era mucho mejor, las manos le picaban por acariciar esa fuerte espalda.

Jeon tuvo que haberse sentido observado, sus pies chocaron con el piso y se volteó estirando sus brazos y con su sonrisa más coqueta hablo:

-Buenos días amorcito, ¿espiando a tu hombre mientras hace ejercicio? -canturreo sonriendo ladino.

Pero Jimin estaba más entretenido mirando el marcado abdomen de Jungkook, las gotas de sudor delineaban cada musculo y se perdían por la pelvis del castaño de una manera tan jodidamente sexy que el rubio quería pasar su lengua por cada cuadrito, probar la piel, ¿Cómo sabría el sudor de Jungkook si pasaba su lengua por sus abdominales?.

Jeon no tardó en darse cuenta de que Park no le había prestado ni la más mínima atención a su comentario, porque estaba comiéndoselo con la mirada, -No te limites a mirar cariño -susurro de manera descarada- puedes tocar, lamer, morder todo lo que quieras-

En otro momento Jimin lo habría mandado a la mierda porque Jeon era su enemigo, pero ahora su cerebro parecía no funcionar, y sin pensarlo dos veces acarició el duro abdomen de su esposo con las yemas de sus dedos mordiendo sus labios, sintiendo como Jungkook se tensaba bajo su tacto.