𝕮𝖆𝖘𝖆𝖉𝖔 𝕮𝖔𝖓 𝕰𝖑 𝕰𝖓𝖊𝖒𝖎𝖌𝖔 ♡KookMin♡

capítulo 18

Recuerdos con el enemigo

Un pequeño Jungkook de cuatro años y medio con una tierna sonrisa de conejito se bajó del auto de sus padres y corrió a la casa de su amiguito, el pequeño Minnie su niño de mejillas abultadas con quien amaba estar, apenas y saludo a la madre de su amiguito porque lo único que quería era ir a buscar a Minnie y darle un besito en cada mejilla.

Pero buscó y buscó sin encontrarlo, con un puchero se dirigió a la madre de su amiguito - ¿Señora Park donde esta Minnie?-

-Oh cariño lo vi en el jardín hace un momento jugando con Taemin, -contesto con dulzura Shin Hye.

Jungkook frunció su ceño no le gustaba que SU Minnie jugara con otros niños, era suyo de nadie más, solo lo compartía con Jinnie y Nam porque eran sus mejores amigos, fue directo al jardín pero no encontró a Minnie cuando se estaba dando por vencido escucho unos sollozos detrás de unos arbustos.

-Minnie ¿Por qué lloras? -preguntó el pequeño Jungkookie arrojándose al lado de su triste amiguito envolviendo sus bracitos alrededor del mas bajito para consolarlo.

-Kookie, Taemin dice que estoy gordo como una papa rellena -sollozó Minnie en los bracitos de su Kookie.

-Eso es mentira Minnie eres muy bonito, Taemin es un tonto-dijo Kookie tratando de no apretar tanto sus brazos alrededor del más pequeño pues estaba muy muy enojado porque Taemin había hecho llorar a su Minnie.

-¿Enserio crees que soy bonito Kookie? Tengo cachetes gordos - Minnie estaba calmándose un poco.

-Eres el niño más bonito del mundo Minnie tan lindo y dulce como un mochi de los que prepara tu mamá- Kookie dejó un besito en la mejilla de Jimin

-Los mochis son redondos como una bolita ¿Yo soy una bolita? -preguntó Jimin haciendo un puchero.

-No, solo que me gustan los mochis Minnie y tú me gustas tanto como ellos, son dulces y tu mamá les hace caritas y se ven muy muy bonitos-

-Entonces yo soy tu mochi favorito, ¿porque soy bonito y tierno? - preguntó el pequeño Minnie emocionado.

-Sipi, Minnie eres mi mochi solo mío y tan bonito como el príncipe del cuento- susurró sonrojado Kookie

-Te quiero mucho Kookie -respondió Minnie con las mejillas sonrojadas

-Te quiero mucho más Minnie -

- ¿Cuánto más? - preguntó curioso Minnie, soltándose del abrazo de su Kookie

- ¡Al infinito y más allá! -grito un feliz Kookie alzando sus bracitos al cielo.

-¿Cómo Boss laiyer? - preguntó Jiminnie tratando de decir el nombre del súper héroe favorito de Kookie.

-Pero, mucho mas mucho más que él, muchisisisimo - volvió a responder Kookie -¿Jugamos a que yo soy Boss y te salvo?

-Nop, -Jimin hizo un puchero- jugamos que soy el príncipe que está encantado y que tú eres el caballero que viene a rescatarme del malvado oso y con un beso de amor me despiertas si? - Jimin puso su carita adorable sabía que su Kookie jamás le decía que no.

-Pero el cuento dice que es un dragón Minnie- Rio Kookie

-Pero no tengo un dragón solo un oso- con su dedito regordete Minnie señalo el oso de felpa que yacía sentado en una silla donde jugaba a las fiestas de té.

Jungkookie asintió incapaz de negarle algo a su Minnie, así que juntos quitaron el mantel de la mesita de té, y lo tendieron en el césped allí se recostaría Minnie como el bello durmiente, ubicaron al oso y Jungkook con una espada de juguete empezó su lucha contra el feroz oso que tenía cautivo a su príncipe mochi.

Con la imaginación de un niño a punto de cumplir apenas 5 añitos Jungkookie imaginaba su lucha contra el gran animal que le mostraba sus filosos dientes y garras, un zarpazo del oso y:

Zas

Jungkook tenía heridas en su brazo izquierdo, pero eso no importaba su misión era despertar al hermoso príncipe Mochi que estaba dormido por un hechizo del malévolo oso, espadazos, y arañazos se vieron en esa dura batalla, pero el caballero Sir Kookie pudo acabar con su feroz contrincante dejando al oso tirado en el suelo, corrió a donde estaba el príncipe mochi dormido.

Primero le acaricio las mejillas y luego como decía el cuento le dejo un besito en sus rosados y gorditos labios, Minnie abrió los ojos despertando del hechizo, era un beso tierno sin malicia inocente.

-Tus labios son dulces y acolchaditos como mochis, mi príncipe Minnie- susurro Kookie

-Los tuyos son suaves, mi caballero -respondió Jimin con las mejillas sonrojadas.

- ¡Niños! ya están listos los mochis vengan a ayudarme a decorarlos con caritas- un llamado de la mamá de Minnie interrumpió su tierno juego.

- ¡Ya vamos mami!- respondió Jiminnie

Jungkookie ayudo a su Minnie a ponerse de pie y tomados de las manitos corrieron a la cocina amaban ayudar a decorar los ricos mochis...

                         ♡

Jimin fue abriendo sus ojos poco a poco las luces ya estaban apagadas solo entraba la luz de la luna por la ventana, sonrió por el hermoso sueño que había tenido de él y Jungkook de pequeños, aunque estaba seguro de que no era un sueño en sí, eran sus recuerdos que estaban volviendo a él, recuerdos de antes de que Yoongi se mudara al lado de su casa, recuerdos de cuando él y Jungkook eran inseparables.

Debía ser por eso que Jungkook lo había llamado mochi, él había olvidado ese hermoso fragmento de su infancia, y sonrió aún más cuando se dio cuenta que él, para Jungkook siempre había sido hermoso, el castaño no le mentía, desde niños le había dicho era el ser más bonito del mundo.

La calidez invadió su cuerpo, aun habían muchas cosas por aclarar en su mente, pero al menos ya tenía claro que se estaba enamorando de Jungkook esperaba que Jeon le correspondiera, sentía mucho miedo al estar dejando que el castaño entrara a su corazón pero ¿que podría hacer?

Nadie manda en el corazón, con una sonrisa en sus labios volvió a cerrar sus ojos, ya no sentía dolor en su vientre, gracias a Jungkookie también habían desaparecido los cólicos, se apegó más al cuerpo a su lado y sintió como Jungkook aun dormido lo abrazaba y se apegaba más a su cuerpo.

Jimin quería dormirse y que más recuerdos llegaran su mente y además soñar con un futuro al lado del castaño al que antes consideraba su enemigo pero ahora lo hacía sentir feliz.

Hola mis amores este capítulo me dio mucha ternura escribirlo, imaginar a Kookie y Minnie de pequeños fue lindo.