03_ La nueva maestra de Adrien

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Marinette estaba arrodillada en un rincón, con su traje de mayordomo puesto.

Al parecer, ella tampoco se libró de que Nathalie la castigue por la escenita en la que la vio con Adrien.

Aunque estar en ése rincón le venía bien para reflexionar, pensar en el raro momento que pasó con Adrien y así mismo estar lejos de su jefe ya que tenía algo de miedo de Nathalie.

Si tenía que calificar el miedo que siente por las personas serían: su madre, Tikki, Alya y Nathalie.

Así es, Tikki era la segunda en la posición, cuando se enojaba daba miedo y mucho.

Olvidando ésas cosas.

¿Por qué Adrien hizo todo éso anteriormente?

¿Se le subió el poder a la cabeza?

¿Le quiso jugar una broma?

¿Estaba actuando raro por el cansancio?

Por más que lo piense no lo entendía.

"Si tan sólo hubiese dado atención a lo que me decía."

Suspiró profundo al recordar los labios de su amigo moverse pero ni idea de lo que dijo.

Un soplido en su oreja derecha la hizo salir de sus pensamientos y se sonrojo antes de oír la risa travesía de Adrien.

-Primero te ríes de mí y ahora me desobedeces y te cambiaste de ropa, vaya que estás en problemas. - susurro cerca del oído de la tiesa chica que suplicaba a que Nathalie pasé por ahí y vea que el culpable de todo era Adrien.

-E-es que Nathalie me hizo volver a vestirme así. -exclamó con la voz más temblorosa que jamás haya hecho y Adrien gruñio.

-Tsk, Nathalie no me deja divertir con mí juguete nuevo.- dijo el rubio y la azabache recuperó la cordura.

¿Acababa de llamarla su juguete?
Ése chico no apreciaba su vida.

-¡Oyeme bien Ag...

Se volteó dispuesta a gritarle pero quedó hecha de piedra al tener el sonriente rostro del chico a centímetros del suyo.

-Te oigo.- dijo con tonto de burla su jefe y ella se volvió a dar media vuelta, hacía la pared.

"Calma Marinette, recuerda que todos creen que Adrien es el niño bueno y mucho más Nathalie que no te conoce, así que simplemente intenta ignorarlo."

Se daba animos mentalmente y el chico la abrazó de atrás para susurrarle.

-Estás acabada Marinette.-y tras decir éso, la soltó y se fue a su oficina mientras silvaba tranquilo.

La azabache en cambio estaba roja como tomate por el abrazo de hace un rato.

¿Qué acaso Adrien no conocía lo que era la vergüenza o el espacio personal?

Mientras Marinette intentaba volver en sí, Plagg se moría de risa desde una de las macetas.

Al fin se podía divertir mientras comía su amado queso.

-¡Una rata cabezona y deforme!-grito Nino antes de mandar al pobre e inocente Plagg a volar de un escobaso.

Seamos sinceros, se lo merecía pasé a que sólo busca algo con que divertirse.
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Nathalie caminaba en círculos, meditando todo lo que pasó y echándose toda la culpa por que nunca le enseñó a Adrien de educación sexual.

-Si el señor Agreste regresa y Adrien hace algo indebido, yo seré la que esté en problemas.

Se mordió la uña del pulgar mientras pensaba en que hacer.

A ella le daba vergüenza enseñarle de ése tema así que debía pedirle a uno de los amigos de Adrien, pero ¿a quién?

¿Alya? no, ésa chica lo iba a traumar.

¿Nino? ¿Era siquiera un ser humano con esos conocimientos básicos? Descartado.

¿Chloe? ¡Absolutamente no! Iba a querer abusar de Adrien.

Si sus opciones se veían tan escasas, sólo le quedaba una persona a quien elegir.

La mujer suspiro profundo y sonrió ligeramente.

Seria divertido ver ésa escena, después de todo, ella también se quería divertir aveces.

-¿Señorita Nathalie? - susurro Marinette, acercándose y la mujer amplió su sonrisa.

Los padres de Adrien la iban a tener que perdonar por que estaba por hacer algo que no debía.

Volvió a su habitual seriedad y miró a la chica.

-Dígame señorita Dupain Cheng ¿usted sabe de educación sexual?- preguntó directamente y la azabache pensó un rato en contestar, como si algo le dijese que no responda.

-S-si, en la escuela nos enseñaron, excepto éste año. - respondió, la mujer se acercó a ella y apoyo una mano sobre su hombro.

-Desde ahora le enseñarás a Adrien educación sexual. Felicidades por el ascenso a maestra particular. - explicó mientras se iba, aguantandose la risa por ver como la peliazul palidecio.

Éso si que se pondría divertido.
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¡Hola!

Cuarto capítulo luego de un tiempo.

Espero que les haya gustado pase a que fue más cortó que los demás.

Gracias por su tiempo.

Volveré...

Viviendo en la mansión Agreste Donde viven las historias. Descúbrelo ahora