17_Verdad

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Después de la noche de navidad, ya hace tres días, Adrien y Marinette siguieron durmiendo juntos y su relación mejoro bastante, haciendo que ella detenga su plan de venganza ya que él se comportaba.

La azabache estaba parada de puntillas de pies, intentando limpiar una de las ventanas.

No es que era bajita, las ventanas eran muy grandes.

-¿Quieres qué yo lo haga?

La azabache dio un pequeño saltó asustada y se volteó para ver a un agotado pero sonriente Adrien.

La ojiazul sonrió y negó con la cabeza.

-No, en verdad gracias pero es mi trabajo. Tú ve a hacer el tuyo. - dijo con alegría mientras le volvía a dar ka espalda a su jefe y se ponía a limpiar la ventana con dificultad.

Adrien rasco su desordenado cabello mientras miraba a su sirvienta la cual al fin usaba vestimenta de una, con ropa interior deportiva abajo por sí hacía una tontería.

Ésos días él volvió a su relación antigua con Marinette, no, ahora eran más unidos y en las noches jugaban en la cama e inventaban historias de terror antes de dormir abrazados.

-¡Mh!

Salió de sus pensamientos y vio como Marinette se paraba con un pie, de puntillas para intentar limpiar la parte superior del vidrio.

Una sonrisa se asomó por sus labios.

Simplemente, no se podía resistir y el anime le enseñó muy bien que hacer en ése tipo de situaciones.

-Bien.

Abrazo a Marinette de la cintura y la alzó.

La chica de manera inevitable, se sonrojo y miró a su amigo en busca de una explicación.

-Así te será más fácil y yo tengo algo de tiempo libre. - explicó él con una sonrisa mientras la azabache asentía, aún avergonzada.

¿Banquillo? ¿Qué es éso? Alzar a la chica es más sencillo.

-G-gracias.

Marinette se puso a limpiar los vidrios con mayor facilidad ahora que Adrien la tenía alzada en sus brazos, mientras que a escondidas, Plagg ya sin poder resistir, agarró uno de los celulares que Adrien ya no ocupaba y grababa la escena a escondidas.

Era tan hermoso que nada podía arruinar ése momento.

Mientras el kwami grababa todo escondido en una meseta, Nino se acercaba sigilosamente con un insecticida y una bolsa de plástico.

Hora de cazar a la rata cabezona.
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Ya en la noche.

Marinette estaba sentada en la cama mientras abrazaba una almohada, somnolienta.

Hace unos días ya dejó de tener miedo al dormir solá por las noches pero tanto ella como Adrien, se acostumbraron a dormir juntos.

Es una manía que pronto se acabaría ya que Marinette tendría que volver a su casa debido a que sus padres volverían antes de lo previsto pero mientras estén juntos, iban a dormir en la misma cama...

La misma cama.

Las mejillas de la azabache se ruborizaron y abrazo su almohada con alegría.

Sí la Marinette de hace dos semanas intentase dormir en la misma cama que Adrien, seguro que en lugar de dormir se iba a desmayar.

Sintió algo sobre su cabeza y sonrió.

-¿Dónde andabas últimamente? Me tenías preocupada. - dijo mientras la kwami daba una pequeña risita traviesa.

-Sólo anduve jugando.

Se bajo de la cabeza de su portadora y le abrazo el rostro mientras la peliazul sólo sonreía.

-Será mejor que te vayas, Adrien ya debe estar por llegar y te puede ver. - explicó antes de que Tikki se vaya con una sonrisa muy traviesa que le hizo recordar al kwami de Chat.

Un frío recorrió la espalda de la chica al recordar lo destructivo que era ése kwami.

La puerta de la habitación se abrió y pasó un muy agotado Adrien.

-¡Oh! Ya llegaste, creí que no vendrí...

El chico se acercó a Marinette y la empujó en la cama.

La azabache se sorprendido por tal gesto mientras Adrien le sostenía de los brazos y acercaba su agotado rostro al de ella.

-Hueles deliciosa. - susurro el rubio mientras olía el cuello de la ahora sonrojada chica.

¡¿Qué estaba pasando?!

Éso era muy rápido y ella no tenía sus calcetines de la suerte.

¡Ni siquiera tenía calcetines!

¿Qué tipo de ropa interior tenía?

¡No, no, no! Tenía ropa interior de Chat noir, sí Adrien veía éso iba a creer que le gustaba Chat noir.

Mientras ella estaba en sus habituales delirios, Adrien froto su cabeza en los pechos de la chica mientras cerraba sus ojos.

-Estoy cansado...

La chica salió de sus delirios e inclinó su cabeza para ver a su amigo.

-Extraño a mi madre, mi padre desapareció, me siento olvidado...

Marinette al oír éso, controló sus hormonas y abrazo a Adrien con un brazo tras liberarse de su agarré mientras que con la otra le acariciaba la cabeza.

-No te preocupes, yo no te dejaré nunca.

Pasé a que Adrien se mostraba tranquilo, ella sabía que se sentía muy preocupado por el paradero de aún que sea de uno de sus padres.

Le dolía ser una superheroína y no poder hacer nada para ayudar a la persona que ama.

Lo único que podía hacer es darle su apoyo incondicional.

-Lo sé, por éso es que te amo tanto pero tengo miedo de decírtelo.

Los ojos de Marinette se abrieron como platos y estuvo cerca de tres minutos para procesar lo que oyó y al final sólo pudo decir una cosa.

-¿Eh?

Pero Adrien, ya se había dormido profundamente sobre ella.

Adrien... ¿la ama?
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En otra parte.

El maestro Fu revisaba sus cosas con confusión.

-Que extraño, ése raro té que te hace decir la verdad no está aquí ¿lo bebi sin darme cuenta?

Tikki ahora trabaja de forma independiente, sin ayuda de Plagg el cual por si se preguntan, sí pudo huir de Nino.

¿Qué pasará ahora entre la relación de Marinette y Adrien?

¿Adrien recordará que le dijo a Marinette que está enamorado de ella?

Continuará...
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¡Hola!

Luego de tanto tiempo, está historia está llegando a su final. La voy a extrañar un poco.

Espero que les haya gustado el capítulo y sí, no se me ocurrió un título y puse cualquiera.

Gracias por su tiempo.

Volveré...

Viviendo en la mansión Agreste Donde viven las historias. Descúbrelo ahora