18_ ¿Qué oculta?

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Adrien estaba escribiendo un informe en su computador hasta que tocaron a la puerta y pasó una tímida Marinette con una bandeja con té y croissant.

-P-permiso.

La azabache se adentro a la oficina de su jefe el cual no levantó su mirada.

La chica dejo la bandeja en un espacio del escritorio de su amigo y lo miró con nervios.

No podía quedar con la duda, debía preguntarle sí lo de anoche fue real o fue por estar desfalleciendo de sueño, hasta el punto en que se durmió sobre ella.

-¿Adrien?

-¿Sí?

La peliazul dio un suspiro al ver que él no levantaba la mirada.

Realmente odiaba cuando actuaba de manera fría con ella.

-Tú... ¿recuerdas lo que pasó anoche? - preguntó y al fín, Adrien levantó la mirada y la miró con una sonrisa.

Al menos era el de siempre, sólo ocupado.

-¿Anoche? No, supongo que tú me llevaste a nuestra cama. Muchas gracias. - agradeció con una gran sonrisa y ella bajó los hombros con alivio.

Así es, estaba agradecida de que él no recuerde nada.

Ella es una chica lista y sí sus sentimientos eran correspondidos ahora que vivía y hasta dormía con Adrien, sí se hacían novios las cosas se podían poner muy "salvaje" cuando estén sólos.

-Bueno, con tu permiso, me retiró.

La chica se despidió y una vez la puerta se cerró el chico se tapó el rostro, avergonzado.

¡Claro que recordaba todo lo de anoche! ¡¿Cómo podía olvidar lo de anoche?!

Le confesó a Marinette que la amaba cuando ni siquiera era capaz de asimilar él ése sentimiento.

¡Era un infiel!

Ladybug no lo querría ver ni en foto por traicionarla.

Ya van dos semanas y unos días desde que no veía a su amada Ladybug y Marinette aprovechó su falta por dosis de Ladybug y le robó el corazón, como sí fuese una hechicera.

Adrien suspiro profundo y se tocó los labios recordando el basó del muerdago.

Ya pasaron un par de días pero aún podía sentir los rígidos labios de su tímida amiga.

-Amar a Marinette... vaya que estoy loco.
.

.
Los días pasaron con normalidad.

Marinette evadia un poco a Adrien y en la noche fingia que dormía. El chico fastidiado por éso, le hacia cosquillas los primeros días, terminando jugando hasta dormirse abrazados pero luego de un par de noches, sólo tocó el hombro de Marinette y ella lo sacó de un empujón de la cama, diciendo que ya no era necesario que duermas juntos, cosa que él ignoro y se acostó igual con ella.

Marinette escondía algo, pero ¿qué?

Cuarto día y haciendo rápido todo su trabajo, decidió seguir a Marinette para ver que hacía.

¿Estará molesta por qué finge no recordar que le dijo que la ama?

La chica se quedó parada delante de un árbol, mirando hacía arriba.

El chico arquero una ceja confundido.

¿Ése árbol de su casa tenía algo especial?

De un ágil movimiento, Marinette saltó, agarrando una rama y subiendo sobre el árbol haciendo que Adrien salga de su escondite, asustado.

Viviendo en la mansión Agreste Donde viven las historias. Descúbrelo ahora