Krypton Is Now Blue

Adaptarme

El verdadero dolor, es el que nos hace sufrir profundamente, hace a veces serio y constante hasta al hombre irreflexivo; incluso los pobres de espíritu se vuelve más inteligentes después de un gran dolor.

—Fiódor Dostoievski-

...

El momento ha llegado, sin embargo, nada pasa, oigo golpes, abro mis ojos, aturdida por la situación, veo a una hembra con una especie de vestimenta blanca, como si fuese una túnica pero con orificios a los lados que se conectaban con objetos circulares, sus ojos eran azules como los míos, de cabello negro, y piel blanca, se veía preocupada, entonces comprendí que no era una enemiga como los que ahora estaban en el piso blanco, ya que un hombre de piel oscura al parecer, los había detenido.

-¿Puedes comprenderme niña?-

-Sí—arrugué mi nariz por el olor extraño—no comprendo del todo, ¿cómo?, pero conozco su lenguaje-

-Perfecto—ayuda a liberarme—tienes que irte, ahora posees habilidades extraordinarias, y no podrán detenerte estos salvajes, huye y ve a este lugar—me entrega una especie de fibra mejorada, lo toco, era suave pero afilado de las puntas—he de suponer, que sabes guiarte por coordenadas-

-En efecto—pongo mis botas en el piso liso—le debo la vida, hembra de esta especie-

-Por nada—ella sonreía—y quiero que sepas, que no todos somos bestias, no eres hostil, con quienes te envío son personas honorables, humanos, amables-

-Humanos—digo conociendo el termino— ¿qué planeta es este?-

-La Tierra, ahora debes irte, tal vez nos volvamos a ver algún día-

-Tiene mi eterna gratitud—me inclino como muestra de respeto, colocando mi puño en mi pecho—y a usted humano de piel oscura—él sonríe también—hasta que las estrellas vuelvan a unirnos-

Ella tenía razón, al correr lo hacía como si viajara a la velocidad del sonido, los veía a todos como si estuvieran suspendidos, así era cómo se sentía el poder, he de suponer que la atmosfera o astro de este planeta me ha otorgado estas habilidades, mi oído agudo, logro escuchar la conversación de aquella hembra y humano oscuro.

-Se meterá en problemas señora Lillian-

-Es solo una niña J'onn, no podíamos permitir que la usaran como sujeto de prueba, no pudimos salvar a sus compañeros, pero ella, te aseguro que será una diosa entre nosotros, como marciano deberías comprenderlo-

-Usted, cada día me sorprende mi señora-

-Tiene la edad de mi hija, no podría vivir con eso en mi consciencia-

Sonrío, eran buenos humanos, ella tenía razón, no todos eran bestias, o monstruos, me alejé tanto de aquella base escabrosa, deteniéndome en medio de un paisaje hermoso, tan lleno de colores, con vegetación que escaseaba en Kandor, sin embargo en Argo, todo era tan parecido, suspiré, viendo el pequeño material con alguna tinta con las coordenadas, activé el reloj en mi muñeca, escaneando por completo al planeta, y así ubiqué aquella zona, había una vivienda, rustica, como los campamentos de esclavos en Daxam, esperaba no fuesen tan primitivos. Usando mi nueva velocidad, corro sin parar, sintiendo mi cuerpo brillar, lleno de energía, así que no me equivocaba, el astro de este planeta, me ayudaba a ser más poderosa que un humano.

Cuando me detuve frente a aquella vivienda, pude ver a una pareja, lo noté por las argollas de alianza en sus dedos, era una humana rubia, de ojos azules, muy parecida a mí, así como un humano de cabello negro y ojos cafés, vestían diferente a los salvajes, con ropajes de una composición extraña, sonreían, por lo que fue la señal para acercarme.