✩¿Donde Están Mis Rosas?★

Me debes un beso 06

-¿A donde vamos?- pregunté con algo de pena por lo que había pasado antes.

No sería mi primer beso ya había besado a otros chicos antes, bueno, no seria mi primer beso con él tampoco. Pero él si fue el primero con el que me atreví a sentarme en sus piernas de esa manera, incluso aun no entiendo porque lo deje ser el primero en muchas cosas. Y hoy en día hay algo que ataca mi cabeza... saber porqué lo besé, porque me deje llevar por alguien de quien sólo sabía su nombre y algunos rumores bastante acertados.
"Jeon Jungkook". -pensé su nombre mientra subía las gradas-.

-¿Donde me llevas?- terminamos de subir.

-Ya verás- me respondió entrelazando nuestras manos y cediéndome el paso en una entrada de doble compuerta.

Accedí. Era su habitación.
Tenía cierto aire varonil, olía a colonia de hombre atrapada en un ambiente bastante sexy y oscuro, me quede a observar su pared llena de posters, recordatorios... una foto.
En esa foto se encontraba él con una chica, la misma que había visto cerca de él en el insituto. "Recordatorios", "Sigue siendo quien tu quieras ser", "cumpleaños de mamá". Le dió claridad a la habitación y esto llamó mi atención, había abierto una puerta corrediza que dejaba entrar un poco mas de luz desde el otro lado de la habitación.

Tomé la foto en mis manos.

-¿Es muy linda?- yo no mentía, la chica se veía bastante linda, con una sonrisa bastante bonita. Y el se encontraba sin camisa con unos pantalones de playa blancos, únicamente delicioso.

-Si, es una excelente fotografía, mi hermano la sacó- se acercó a mi y puso sus manos sobre las mías llevándome hacia afuera de la puerta que recientemente él había abierto.
Me quedé viendo la foto un rato pensando en lo genial que sería tener un hermano mayor y el horrible dolor que se sentiría haberlo perdido.

-Me habría encantado conocerlo- realmente creo que me habría llevado muy bien con su hermano mayor.

-¿Para que a el si me tienes a mi?- su pregunta me llevó a notar su repentina cercanía. Me sacó la foto de las manos y la colocó sobre una pequeña mesa debajo del centro de decoración que esta tenía y que se encontraba en la alcoba. Observé sus movimientos y el con delicadeza me volteó permitiéndome ver la maravillosa vista que tenia desde su habitación.
Un gran campo libre con unos cuantos árboles dando sombra.

-¿Siempre amé a mi hermano sabes?- cuestionó posicionándose detrás de mi.
-Pero siempre fui mejor con las chicas que Junghyung- pude imaginar en ese momento su deliciosa sonrisa traviesa a mis espaldas.

-Llamas mucho mi atención Li Eun, y creí saber quien eras. Pero pensándolo bien, no tengo ni idea- sus manos tocaron mi cuerpo, los primeros en sentir su tacto fueron mis hombros y luego mi espalda. Sus manos se quedaron en mi cintura.

Me gire a verlo para encarar sus palabras.

-Me debes un beso Li Eun- hablaba del beso de la fiesta seguramente. Lo mire a los ojos y observe sus labios unos segundos, devolví mi mirada a sus ojos y algo ardió dentro de mi.

Me besó. Esta vez cerré mis ojos y me deje llevar por sus labios que comenzaban a ser mi deliciosa adicción, su suave y lento contacto con los míos me dejaba el deseo de besarlo una y otra vez, quise tenerlo para mi sola y para nadie más. 

Y fue justo como lo tuve.

-Entremos- me dijo, y pareció mas una petición que una sugerencia. Lo vi tomar la foto de donde la había dejado.

Cerró la puerta corrediza y la habitación se tornó oscura como antes. Lo observé caminar y dejar la foto donde antes estaba.
Caminó hacia mí y me tomó de la barbilla acercándose mucho más que antes, profundizando la cercanía con su otra mano en mi cintura. Me dio un falso beso tocando apenas mis labios y le reproché eso con un severo gruñido saliente de mi garganta. La sensación que tuve cuando sonrió sobre mis labios fue indescriptible. Su mano bajó por mis caderas y me suspendió por los muslos, dándome la oportunidad de estar mas alta que él y besarlo tomando su cabello entre mis manos.
Me llevó a sentarme en una mesa de estudio que mantenía frente a su cama y me dejó allí con espacio para él entre mis piernas profundizando un beso que yo misma pedía nunca acabar.