✩¿Donde Están Mis Rosas?★

No tienes ni idea 05

"Si"

Ese mensaje de una sola palabra me hizo recordar momentos donde un "si", lograba muchas cosas con Jungkook. No se porque recordé una ocasión donde el respondió a una de mis preguntas con un simple "si". Su tono de voz en esa ocasión causo estragos en mi interior.

Recuerdo que apenas habían pasado unos cuantos días de la fiesta de Ji Sang y durante estos días nuestras miradas se encontraban en los pasillos del establecimiento del instituto. Su sonrisa, tan sucia y traviesa, tan deliciosa y sincera me provocaba el deseo de devolverle una igual y en algunos momentos lo hice.

Era el último día de la semana, las clases ya habían terminado. Na Min se había ido enferma a casa y Su Won tenía algo que hacer, no recuerdo con exactitud que hacía Su Won y de igual manera no recuerdo con exactitud porque ese día me dirigí al último piso, no se porque salí a la terraza. ¿Buscaba aire libre tal vez, o simplemente subí porque tenía ganas de caminar?, no lo se, no lo recuerdo.
Y no se claramente si hoy en día me arrepiento de lo que sucedió ese día, pero no mentiré sentir su cuerpo sobre el mío se convirtió en mi sensación favorita.

Observé a las personas desde arriba, todos se veían tan sometidos en sus vidas, tan ellos yendo a casa.

-¿Disfrutas mucho de observar a las personas?- no habíamos hablado desde la fiesta, no lo había sentido tan cerca desde ese día.
-No con exactitud- me volví en mis talones para confrontar su comentario a la cara.
-¿Entonces por que me observas tanto?- su cercanía invadía mi privacidad pero no era molesta.

Lo miré a los ojos su mirada se tornó cálida.

-Responde mi pregunta- exigió con tranquilidad y con un tono de voz que parecía mas una petición con necesidad y burla. -Me gustaría saber si por tu cabeza también pasa la idea de besarme o de tocarme.- cuando dijo eso se acercó más como si ya no estuviéramos demasiado cerca.

El olor del ambiente en la terraza, la brisa que venía y pasaba por los pequeños espacios de nuestra cercanía, se convirtieron en mis sensaciones favoritas en ese momento.

-¿Quieres besarme?- pregunté tan insegura por lo que él acababa de decir. De nuevo. Su sonrisa tan peculiar apareció y dirigí mi mirada a ésta.

-Si- su voz sonó como en un susurro y delataba sus intenciones. Y provocó un cosquilleo en mi estómago. Y en ese momento deseé besarle.

-¿Y quieres tocarme-? no sabía si preguntarlo de esa manera y en un tono pasando desapercibido provocaría lo que el hizo.
Su dedo indice recorrió mi muñeca. "Es un rompe corazones". Recordé. Escapé de su toque.

-He oído cosas de ti- le solté, cortando la cercanía y alejándome de su cuerpo.

-¿Que cosas?- su voz se tornó fría.

-¿Que clase de persona eres?- pregunté tratando de imitar su tono.

-Tu no tienes ni idea y yo pregunté primero- sonrió, pero esta vez su sonrisa era intimidante, de burla.

-¿Perdiste un año escolar cierto?- si esto era así, ¿porque?.

-Si. ¿Eso es lo que todos saben no?- colocó su manos en sus bolsillo. Se veía nervioso.

-¿Algo malo le pasó a tu familia cierto?- fui sincera, quise saber de el.

-¿Enserio quieres saberlo?- se acomodó el cabello, algo que me resultó sexy.

-Eso creo- respondí.

-Ven yo invito- tomó mi muñeca y lo dejé guiarme.

Llegamos a la entrada del Instituto. Soltó su agarre. Y lo vi subirse en una motocicleta. Esto parecía una broma, una telenovela. El chico guapo con motocicleta y yo la ingenua que le hacía caso.

-No voy a subirme- le dije tratando de sonar con seguridad.
-¿Quieres saber o no?- si esa era la recompensa de subirme con el en la motocicleta, lo haría. 

Me subí.

Pasamos una, dos, varias calles y llegamos a una enorme casa pintada de blanco. El portón de la entrada parecía tener un aspecto muy elegante. Me invitó a entrar.

-Ponte cómoda, estas en tu casa- recuerdo que sonreía con amabilidad.

Recordando esto me pongo a pensar, realmente el se jugó llevarme a su casa solo para coger conmigo.

Los muebles de su casa parecían sacados de las revistas que mi madre observaba. Las paredes eran altas, con cuadros en ellas que le daban un alto toque de ostentosidad. Todo parecía concordar con el rumor de "es multimillonario y solo tiene 17 años".

-Ven- me llamó.
Un precioso piano negro llamaba toda la atención de la sala en la que me encontraba. Todo estaba vacío, solo el gran piano negro que parecía de madera, tal cual una niña quise tocar su material. Pero un agarre suave y delicado me detuvo.

-No lo toques- el agarre de mi mano, tan delicado se volvió el punto de vista de ambos y depositó un tierno beso en mis nudillos. Sin clase, sin modales, solo un tierno beso.

Soltó un suspiro largo y se sentó en el banquillo del piano, imité su acción. Lo siguiente que me contó me dejó los ojos cristalinos y unas ganas tremendas de abrazarlo.

-Este piano solía ser de mi hermano, el no permitía que nadie lo tocara y en esta casa, nadie toca su piano, más que yo para limpiarlo y quitar el polvo. Mi hermano era el mayor, el que cuidaba de mí. Perdí un año sí, porque no quise hacer nada cuando lo perdí, no quise hablar con nadie, no quería saber nada de nadie. Fue un accidente en motocicleta, la motocicleta que hoy montaste era de él. En un tiempo llegué a pensar que si moría sería como él había muerto- no supe como reaccionar a lo que Jungkook me decía, y me lancé sobre el a besarle.

Me correspondió el beso. Un beso lento, sencillo y lleno de inocencia. Perdía contacto con sus labios por segundos y quise tenerlo más cerca, me posicioné sobre sus piernas, con las rodillas a los costados. Aun no logro entender porque después de algo así quise besarle. El me elevó, puso sus manos en mi trasero para sostenerme y luego me soltó suavemente sin cortar el beso. Toqué el suelo y él  abandonó mis labios, tomó mi mano, y me llevó gradas arriba.

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Espero que la historia les este gustando ❤
Disfruten.